La sombra de un pasado tradicionalista que limita la formación en los jóvenes.

El equipo dirigido por S. Craig Watkins, Andres Lombana, Alexander Cho, Jacqueline Ryan, Vivian Shaw y Lauren Weinzimmer en el libro “The digital Edge: How black and hispanic youth are reimagining the digital divide”. Contextualiza al lector sobre la brecha digital tecnológica durante la formación escolar en diferentes comunidades de jóvenes negros y latinos en los Estados Unidos. Que como menciona Jacqueline Ryan y Vivian Shaw en el capítulo “Finding Balance between Risk and Benefits Technology on the Edge of Formal Education” los limites en la formación que bordean los medios tecnológicos, se enlaza a las dinámicas sociales cotidianas de las personas, involucrando el uso de diferentes dispositivos con acceso a una gran cantidad de aplicaciones, conectando y trasmitiendo información útil y no, para un mundo abierto a las oportunidades.

Es allí donde el trabajo en la institución de educación seleccionada por los investigadores lleva al equipo de profesionales a visibilizar las desigualdades en la formación, que limitando el acceso al uso de los medios digitales promueve una formación conservadora y desigual, entre ellos restringiendo el acceso a páginas de internet particulares teniendo así un aparente control formativo en los jóvenes. Pero la investigación también evidencia que esas herramientas comunicativas que relacionan a una comunidad se aprovechan en la vida cotidiana al promover oportunidades proyectuales para un mejor perfil laboral de los jóvenes. Lo anterior no se evidencia en los modelos de enseñanza escolar, es así como la brecha social se mantiene, al creer que las diferentes redes sociales son un medio que promueve la delincuencia en los jóvenes, mientras que la posibilidad de encontrar vínculos y herramientas pedagógicas bajo los mismos medios se podría utilizar para llegar a impartir modelos pedagógicos que permitan un mejor desarrollo social y económico en la comunidad.

De allí el objetivo intelectual que produce la construcción del conocimiento que debe promover para sus involucrados el uso de herramientas contemporáneas que involucren la utilización de procesos no tradicionales bordeando los límites de los muros institucionales, la utilización y desarrollo de los medios digitales trasgreden la fronteras de desigualdad, esto se refleja en el tipo de ciudadanos que proyecta una ciudad, es por eso que la falta de proyección intelectual en los jóvenes limita su calidad de vida, reduciendo mejores oportunidades socioeconómicas.

Así el desarrollo de nuevos procesos pedagógicos de enseñanza basados en las herramientas contemporáneas digitales obliga a sus orientadores a saber aplicarlos con todas sus ventajas procedimentales, pero articulada a procesos que independiente de la herramienta, permita el desarrollo de capacidades intelectuales personales para el beneficio de la formación de los estudiantes.

Si bien el referente trabajo con grupos de jóvenes que estaban en un lugar con las limitantes de formación mencionadas, también puede ser aplicable a grandes sectores de población en los países del sur global, donde ni siquiera hay acceso a internet, pero aun así los formadores tienen el reto de promover estrategias para el desarrollo igualitario en los jóvenes. Lo anterior claro debe estar enlazado con políticas de estado que velen por los derechos fundamentales, como el de la educación. Porque en un país como Colombia donde no solo hay que tener acceso a internet, el derecho al libre desarrollo físico e intelectual con igualdad de oportunidades y acceso a instalaciones con infraestructura suficiente, debe ser una realidad para frenar la desigualdad social.

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