Fecha: 13 de septiembre de 2023
Hora: 6:00 p. m.
Lugar: Múltiplex Cine Colombia Calle 100 (C. C. Iserra 100, Trv. 55 # 98A-66)
Evento: Película Un gran amigo (título original: Les Choses Simples)
El multiplex de cine queda en un centro comercial pequeño ubicado en la calle 100 con avenida Suba, en el segundo piso, atrás de las escaleras eléctricas. Es una sección abierta por lo que se puede observar la disposición de la sala que tiene hacia la izquierda la taquilla; un poco más a la derecha de la taquilla, la confitería; hacia el fondo un puesto de la cafetería Juan Valdez; acompañada a la izquierda (entre la confitería y el puesto de Juan Valdez) por mesas y sillas para comensales, y en una pared a su derecha se encuentran los dispensadores de bebidas. Hacia el fondo se encuentran las entradas a las tres salas con las que cuenta el multiplex y, finalmente, un poco más al frente, pero al fondo a la izquierda, están ubicados los baños.
Llegué sin boleta para ver una película, por lo que me acerqué a las taquillas que se encontraban justo a la entrada. Ya había gente en la fila: un par de mujeres algo mayores, otra mujer sola y una pareja (hombre y mujer) detrás de ella. En cuanto me acerqué, la mujer que estaba sola dejó pasar a la pareja detrás de ella y consultó su celular mientras se corría un poco al costado, pero sin salirse totalmente de la fila, por lo que le pregunté si estaba haciendo fila, a lo cual me respondió que sí, pero que estaba esperando a alguien. Un momento después, finalmente, levantó la mirada y me dijo que mejor siguiera. Hay dos puestos de taquilla, pero solo uno tiene una persona atendiendo. Ya en la taquilla el vendedor, me preguntó si poseía la tarjeta del cine y me dio la opción de recargarla para realizar la compra de la boleta y que me costara menos. Asentí y compré una boleta para la función de una película francesa llamada Un gran amigo (en francés, Les choses simples) que empezaría media hora después. En la pantalla para elegir la ubicación se veía que había aún muchas sillas disponibles, lo que atribuí al hecho de que fuera un miércoles y que se tratara de una película francesa.
Cuando me alejé de la taquilla observé el lugar y tomé algunas fotografías. La mayoría de las personas en la taquilla salían directamente hacia la confitería, en la que se encontraban tres personas atendiendo. Allí, los comensales podían elegir entre maíz pira salado, dulce (con caramelo) o mixto, perros calientes y nachos; además, de una variedad de comidas de paquete saladas y dulces, gaseosas (que son rellenadas en los dispensadores que se describieron anteriormente), agua y té. Yo seguí derecho hacia el puesto de Juan Valdez, una pareja más joven y distinta a la que estaba en la taquilla se encontraba ya en la fila. Miré hacia atrás y vi que la mujer que se encontraba sola en la taquilla y que me dejó pasar, se había encontrado con alguien (al parecer el novio, por la manera en que la tomaba por la cintura) y estaban saliendo de la confitería, mientras ella cargaba dos gaseosas y él maíz pira. La pareja frente a mí estaba haciendo su pedido y bromeaban de este entre ellos; ella le decía “quiere tinto …campesino”, y reían.
Hice mi pedido y me corrí al costado para ver bien la zona de la cafetería que tenía las sillas. Varias personas estaban sentadan con sus compras de la confitería, así como otros solo con bebidas esperando al momento de ingresar a las salas. Sin embargo, me llamaron la atención dos personas que se encontraban en la parte más alejada de esta zona y que parecían estar trabajando en sus computadores, no parecían tener la intención de ver una película. Recibí mi pedido, ya era momento de ingresar a la sala. Al acercarme a la puerta de la sala indicada, me recibió una mujer que revisó mi entrada y me dio acceso. Una vez ingresé, noté que habría más o menos la mitad de la capacidad del teatro ocupada. En la fila en la que me ubiqué quedé entre mujeres, una a mi izquierda y dos a mi derecha que venían juntas. 20 minutos de la hora programada para el inicio de la película continuó entrando gente. Habían pasado 10 minutos de película. A alguien le sonó el celular y la gente volteó molesta en busca del sonido. La acomodadora ayudó a la gente a encontrar sus puestos en la oscuridad. Noté, igualmente, que la mujer a mi izquierda no comía nada. Las dos mujeres a mi derecha, por el contrario, comían maíz pira y estaban tomando granizados de café. Atrás había una pareja que comía maiz pira y comentaban la película en voz baja, en secreto, pero en el silencio de la sala se lograba escuchar su murmullo. La gente reía en ocasiones por la película. Hacia la mitad de la película, la mujer a mi izquierda, disimuladamente, sacó una lata de cerveza, la destapó con cuidado y la bebió de a poco, como con culpa. Una vez terminó la película y en mi camino de salida, tomé una foto al lugar y salí de la sala.