













Métodos Avanzados de Investigación 1
Doctorado en comunicación, lenguajes e información
La net-ética desde la perspectiva de una secuencia de investigaciones sociales (Cruz Mesa)
Luis Felipe Navarrete Echeverría
Un tema fundamental al momento de investigar desde las ciencias sociales fenómenos en y/o desde los usos de tecnologías digitales de la información y la comunicación es la dimensión ética, perspectiva que ha fundamentado la necesidad de configurar una adecuada net-ética que promueva y proteja valores como la libertad, las identidades culturales, la privacidad, el derecho a la información etc. Los antecedentes de esta ruta se sitúan en la obra “The Human use of Human Beings” de N. Wiener quien señalaba la necesidad de pensaren esta perspectiva al momento de desarrollar sistemas computacionales (Mesa) por ejemplo, cuando no se dimensionan los “efectos de dependencia” al intervenir contextos con juegos o programas en línea.
Cuando el grupo “WikiLeaks” reúne y visibiliza a través de la red información que da cuenta del mal funcionamiento de la realpolitik y muestra, por ejemplo, como el gobierno norteamericano asesina población civil, generando los llamados “daños colaterales”, el gobierno denuncia a WikiLeaks y le ataca al señalar usar información confidencial que desataría problemas internacionales: ¿dónde aparece aquí el problema ético? ¿Qué dimensiones políticas se articulan a los dilemas éticos? Cuando Cambridge Analytica utiliza información para segmentar poblaciones de votantes e inclinar procesos electorales ¿qué herramientas legislativas se tiene para la valoración de estos casos? ¿Radica el problema ético en la “dominación” de efectos políticos o es legal “modelizar” fenómenos a partir de datos que se hacen públicos?
Son múltiples los desafíos éticos que representan las dinámicas de la web. Son diversas las relaciones que se establecen para asegurar marcos normativos que garanticen una armonía funcional, al momento de usar la web, así como de investigar los procesos allí generados. La cuestión de la net-ética, es un asunto que se ha descuidado en trabajos de las ciencias sociales. Se señala que en Colombia, las investigaciones sobre la net-ética son “incipientes” (Cruz) y requieren de miradas multidisciplinares que se asocien a los marcos jurídicos y políticos de los países.
Frente a la temática, es posible plantear los siguientes interrogantes:
¿Quiénes tiene la propiedad para garantizar criterios éticos sin decaer en la consolidación de los intereses de grupos de poder específicos?
¿Qué elementos morales debe considerarse para, en pro de los marcos éticos de ciertas culturas, no caer en la censura de prácticas que pueden favorecer la libertad o la creación crítica?
En el siguiente link http://visionofhumanity.org/indexes/global-peace-index/ podemos apreciar un ejemplo de como opera un informe construido con métodos de información Geográfica Social
Comparto mapa conceptual de proyecto en el siguiente link https://app.gitmind.com/doc/dda58374 o en la imagen adjunta
Los métodos computacionales logran reportarse en la base complementaria de la investigación a nuestros días de acelerada visibilidad informática, estos registran comportamientos, estructuras y dinámicas sociales que ajustan la medida de investigación; se apoyan en investigaciones de big data, como un sinnúmero de información en red que argumenta al humano algorítmicamente; de aplicaciones y herramientas que transforman las maneras de relacionar y entender el mundo; y en la infraestructura que las mantiene, entre otras; hallando datos que se encuentran inmersos en la comunicación computacional “1) conjuntos de datos grandes y complejos; (2) trazas digitales y otros datos “naturales”; (3) respuestas algorítmicas para analizar; y (4) reflexionar sobre teorías de comunicación desde el estudio de la comunicación humana”. (Van Atteveldt, Peng 2018)
Los métodos computacionales permiten ampliar la visión de los comportamientos sociales más allá de los métodos tradicionales, y pueden cambiar las formas de abordar la comunicación desde:
Dichas formas revisan comportamientos grupales con mediciones concretas, que en otro momento pueden alimentar teorías de investigación arraigadas en datos cualificables en la medición de sus datos, sin embargo, esa misma concreción hallada desde un estudio único de plataforma, puede sesgar la investigación argumentando generalidades impresas por el estudio de plataforma único.
Las investigaciones realizadas desde la comunicación computacional, también presentan algunas falencias, o mejor, elementos que todo investigador debe reconocer, de allí parte la pertinencia cognoscitiva de herramientas o elementos que permitan comprender datos, entendiendo que el tamaño no representa la validez de la información, por un lado, y por otro, que estos deben ser depurados y casi que desmembrados para apuntar a los resultados de la investigación propia. Sin embargo, muchos de los resultados no están mediados o sesgados por estructuras de pensamiento del investigador, pero si pueden ser maleables dependiendo la herramienta de uso.
Finalmente, la investigación en comunicación computacional debe ser revisada desde la ética misma, esa que preocupa a los usuarios de las redes por el acceso a los datos, la misma, que en muchas ocasiones no reflexiona el entorno, la privacidad del otro, la que muchas veces y obviamente partiendo de esa ética, no reflexiona el ciberespacio en materia de derechos.
Como punto de encuentro entre estos métodos y los tradicionales para el desarrollo de mi investigación es necesario revisar intereses comunes que sirvan para el direccionamiento estratégico, apoyando, en primera instancia el reconocimiento de la denuncia, que desde diversas prácticas, territorios y tiempos, ha pretendido entender la voz del agua globalmente, interiorizando su “nueva” y asertiva humanización; en segundo momento, pueder soliviar esa des-humanización, presente y pasada, con estrategias posibles que propongan repensarnos la voz del agua, desde el reconocimiento de la vida del humedal, reflexionando, a escala global, la concepción de la problemática, prácticas, métodos y dilemas manejados desde la comunicación ambiental, lo que hace necesario una mirada abierta, desterritorializada, donde converjan diversos elementos que apoyen desde afuera mi investigación.
Autor Henry Romero
Esta reflexión se centra en los aspectos considerados históricos y críticos planteados por Ruíz Bolívar alrededor del enfoque multimétodo en la investigación y que aun comprendiendo el sentido del autor, la reflexión sobre la vigencia de tal discusión resulta aún más interesante.
El debate y análisis crítico sobre las diferencias y alcance de los enfoques para investigar en ciencias sociales ha sido una herencia del debate europeo alrededor de la sociología resultado de las pretensiones de los fundadores de esta. Al ser un discurso heredado se corre el riesgo de desnaturalizar su origen y quienes la heredan no lo dimensionan en su totalidad. Fue una disputa propia del siglo XX y cumplió su función. En tanto la misión de la ciencia es el conocimiento consistente y bien fundamentado de la realidad, sea en formas particulares o más generalizables, los enfoques empleados para tal misión pueden diferir.
El centro del debate entre explicación y comprensión subyacente, proviene de la idea moderna de ciencia, la cual es entendida como un conocimiento absoluto y enteramente racionalizado, razón por la cual las ciencias denominadas naturales fueron las primeras en aplicar a tal adjetivación. El problema de los enfoques se da cuando se pretendió hacer tránsito hacia los conocimientos referidos a los asuntos sociales y humanos, atípicos en las ciencias, los cuales tenían unas particularidades que, en dicho momento, siglo XIX, se consideraban suficientemente distintos a los naturales. La consecuencia fue la crítica al enfoque positivista en la investigación, pues en términos de asuntos sociales y humanos su alcance fue reducido. Esta disputa si bien tuvo sus justificaciones y buenas razones, también condujo a una distorsión radical de lo que llegaron a ser las ciencias sociales y humanas por un lado y las naturales por otro. Como la crítica fue tan fuerte, trascendió los planos del conocimiento y configuró gran parte de la teoría social del siglo XX, estigmatizando el quehacer de la ciencia natural positivista en razón del alcance de su método y del uso dado a sus resultados. A pesar de ello fue un debate necesario que permite en la actualidad asimilar enfoques mixtos de investigación de una manera mucho más flexible, sin radicalismos y sin rasgarnos las vestiduras.
En este orden, es posible reconocer que, si bien es una discusión en gran medida superada por los centros hegemónicos de conocimiento, es importante destacar que los enfoques y métodos de investigación, todos tienen sus limitaciones y alcances, están determinados por los propósitos y usos que se busquen con el conocimiento mismo. No sobra decir que las diferencias entre enfoques cuantitativos y cualitativos, normalmente asociados con la disputa del positivismo, contaron con un ingrediente de fe en la medición, los datos y en la experimentación, que como toda creencia tiene algo de dogmática. Sin embargo, esta calificación es compartida en el otro extremo, pues los interpretativistas en las ciencias sociales y humanas cayeron también en reduccionismos, contextualizando y relativizando todo conocimiento, en tanto todo se convirtió en interpretación sin reconocer hechos, en palabras de Nietzsche. Las cifras no sirven para expresar la riqueza y complejidad de los fenómenos sociales y humanos, pudo ser su eslogan. Esta ceguedad y autolimitación de las ciencias sociales y humanas contribuyó en gran medida en un estancamiento.
Frente a una realidad compleja que lo contiene, el hombre no tiene más alternativa que emplear las múltiples opciones para conocerla y, en la actualidad ya no se justifica alimentar disputas que limitan el conocimiento. El rigor es deseable en todo conocimiento pues conduce a su validez. Sea cuantitativa o cualitativamente, el rigor no se puede perder.
De otro lado las proporciones de los indicadores relacionados con publicaciones académicas de hace diez años, han cambiado sensiblemente; si bien el dato citado por el autor, vinculando el 30 % de la producción académica dentro del paradigma positivista, puede ser correcto, las tendencias actuales en materia de publicación hacen suponer que esto ha tendido a cambiar, pues los perfiles de las revistas científicas apuntan más a privilegiar producción cuantitativa o mixta, en lugar de solo cualitativa. Esto puede darnos una idea de en qué sentido se dirige la ciencia en general.
La vigencia de la discusión del método no radica en el método mismo, como supuso el debate en el siglo XX. La discusión perdió el norte y desestimó el para qué se investiga, qué se busca con esta y si el método en cuestión lo permite o no. Las diferencias en los objetos de investigación son evidentes, aunque tiendan a diluirse, pero no por ello exigen métodos diferentes. Como bien los sostuvo Karl Popper para realidades simples el método científico único, positivista funciona. Sin embargo, las realidades sociales al ser más complejas, pueden requerir un tratamiento complementario que facilita abordar dicha complejidad y no necesariamente un tratamiento diferencial.
El diagnóstico de la complejidad no es la razón principal para incursionar en los enfoques de métodos múltiples, la impredictibilidad e indeterminabilidad son una constante, dada la dificultad en conocer todas las condiciones iniciales de un fenómeno o de la realidad. El conocimiento total es una aspiración que le adjudicamos a los dioses, y que mientras no lo seamos (deseable que así sea), como humanos nos queda solo reconocer que nos aproximamos a explicar y comprender diseccionando la realidad, aun cuando los big data están contribuyendo a la disminución de esta indeterminabilidad e impredictibilidad. Esto sugiere que la complejidad es tal porque no tenemos las prótesis necesarias para conocer todas las condiciones iniciales. En igual sentido, y en conjunto con lo anterior, los métodos computacionales han permitido trascender la discusión significativamente, pues se han convertido en un instrumento de extensión y mayor alcance a lo que antes no se podía acceder. Es decir, se han convertido en una nueva prótesis humana que potencializa la capacidad explicativa, comprensiva y predictiva del conocimiento científico.
En la misma línea argumentativa, cabe destacar que una vez enfriada la discusión sobre métodos de investigación, el foco de atención para la comunidad científica deberá ser más ¿cuál es el interés de la investigación? ¿cuáles son los efectos en la sociedad, el medio ambiente, en la vida, etc.? En tanto empresa libre humana tiene anexa la responsabilidad de todo acto libre, por lo tanto, la reflexión epistemológica ya no se limita a asuntos solamente metodológicos, sino que involucra una observación ético- política de la empresa científica, sea cualitativo, cuantitativo o mixto su trasegar.
La comunicación en el tiempo ha concentrado diversos cambios en modificaciones hacia su fin, es así que pasa de ser la mera instrumentalización que sirve para un fin específico, a entenderse, tal como lo concibe Fuentes citando a Jensen (2010), como un replanteamiento que permita la configuración o reconfiguración de las sociedades, dejando atrás la equivocada relación que según Barbero asumía la comunicación como “un accesorio tecnológico o un tema transversal para las ciencias sociales y humanas” (Barbero 2012), sino que produce su propio campo de estudio, en análisis y simbologías alrededor de problemas sociales bajo el fondo comunicacional.
Este decantamiento de problemáticas debe reflexionar las realidades de vulnerabilidad de los pueblos latinoamericanos, no desde afuera en observación distante, sino asumiéndose, como lo propone Barbero (2012) desde los límites y convergencias expuestos en sociedad, e interiorizando los condicionantes que truncan el desarrollo de nuevos procesos; de esta forma, entender el cruce disciplinar que convoca a nuevas investigaciones y que acuden a la comunicación como centro, suministra la conjugación precisa del campo académico de la comunicación desde la doble hermenéutica, adentrándose en las formas, metodologías y estrategias de investigación.
La investigación en comunicación abarca temas centrales, coyunturales, políticos, económicos, administrativos, culturales y demá,s que necesitan ser evaluados bajo la mirada de dialogo de saberes. Articula procesos locales, nacionales e internacionales, irrumpiendo así reflexiones de fondo que estabilicen o propongan retos y cambios sociales en contexto. Lo anterior tejido desde la academia y los espacios relacionales de la comunicación con las esferas de “desarrollo humano”, vinculan dinámicas propias, desde adentro, con interpretaciones y reflexiones que buscan su propia respuesta.
De esta forma se concentran las investigaciones socioculturales bajo la disciplina comunicativa que dirime del enlace de sociedad – comunicación, guiado desde el contexto propio, premisas, análisis, teorías y acciones sociales, hasta las apuestas tecnológicas maleables respecto a los cambios sociales y globales. De acuerdo a lo anterior, la metodología de la investigación en comunicación se emplaza en discusiones de formulación política, la cual, según Jensen es sustentada bajo “la orientación hacia la acción social”, lo que sin duda se asemeja a los intereses de la investigación generalizada. Tal como se menciona en el inicio del artículo, el ensamblaje de la investigación con la comunicación responde al objeto esperado, es decir “El fin de la comunicación sirve a los fines de la democracia […] El fin del proceso de investigación es el comienzo de otras prácticas sociales”.
Partiendo de lo anterior, retomo el interrogante planteado en el artículo: ¿la comunicación puede también tener un núcleo teórico que permita a los investigadores de la comunicación abordar tópicos interdisciplinarios desde un punto de vista disciplinario particular, que aporte valor real a la empresa interdisciplinaria? Y a partir de allí ¿cómo reconocer investigaciones y teorías de comunicación, donde esta sea concebida como centro y eje articulador de “subdisciplinas”?
BIBLIOGRAFÍA
MARTÍN-BARBERO, JESÚS. (2012). De la comunicación a la cultura: Perder el “objeto” para ganar el proceso. Signo y Pensamiento, 31(60), 76-84. Recuperado en 26 de enero de 2020, de http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-48232012000100006&lng=es&tlng=es.
Fuentes, R. (2010). Investigación de la comunicación: referentes y condiciones internacionales de un diálogo transversal de saberes. Signo y Pensamiento No. 57. pp 38-49 · volumen XXIX · julio – diciembre 2010
Fuentes R (2014). Comunicación y doble hermenéutica: convergencias entre disciplinas científicas y profesiones. MATRIZes. V. 8 – Nº 2 p. 79-100. jul./dec 2014.