Autor Henry Romero
Esta reflexión se centra en los aspectos considerados históricos y críticos planteados por Ruíz Bolívar alrededor del enfoque multimétodo en la investigación y que aun comprendiendo el sentido del autor, la reflexión sobre la vigencia de tal discusión resulta aún más interesante.
El debate y análisis crítico sobre las diferencias y alcance de los enfoques para investigar en ciencias sociales ha sido una herencia del debate europeo alrededor de la sociología resultado de las pretensiones de los fundadores de esta. Al ser un discurso heredado se corre el riesgo de desnaturalizar su origen y quienes la heredan no lo dimensionan en su totalidad. Fue una disputa propia del siglo XX y cumplió su función. En tanto la misión de la ciencia es el conocimiento consistente y bien fundamentado de la realidad, sea en formas particulares o más generalizables, los enfoques empleados para tal misión pueden diferir.
El centro del debate entre explicación y comprensión subyacente, proviene de la idea moderna de ciencia, la cual es entendida como un conocimiento absoluto y enteramente racionalizado, razón por la cual las ciencias denominadas naturales fueron las primeras en aplicar a tal adjetivación. El problema de los enfoques se da cuando se pretendió hacer tránsito hacia los conocimientos referidos a los asuntos sociales y humanos, atípicos en las ciencias, los cuales tenían unas particularidades que, en dicho momento, siglo XIX, se consideraban suficientemente distintos a los naturales. La consecuencia fue la crítica al enfoque positivista en la investigación, pues en términos de asuntos sociales y humanos su alcance fue reducido. Esta disputa si bien tuvo sus justificaciones y buenas razones, también condujo a una distorsión radical de lo que llegaron a ser las ciencias sociales y humanas por un lado y las naturales por otro. Como la crítica fue tan fuerte, trascendió los planos del conocimiento y configuró gran parte de la teoría social del siglo XX, estigmatizando el quehacer de la ciencia natural positivista en razón del alcance de su método y del uso dado a sus resultados. A pesar de ello fue un debate necesario que permite en la actualidad asimilar enfoques mixtos de investigación de una manera mucho más flexible, sin radicalismos y sin rasgarnos las vestiduras.
En este orden, es posible reconocer que, si bien es una discusión en gran medida superada por los centros hegemónicos de conocimiento, es importante destacar que los enfoques y métodos de investigación, todos tienen sus limitaciones y alcances, están determinados por los propósitos y usos que se busquen con el conocimiento mismo. No sobra decir que las diferencias entre enfoques cuantitativos y cualitativos, normalmente asociados con la disputa del positivismo, contaron con un ingrediente de fe en la medición, los datos y en la experimentación, que como toda creencia tiene algo de dogmática. Sin embargo, esta calificación es compartida en el otro extremo, pues los interpretativistas en las ciencias sociales y humanas cayeron también en reduccionismos, contextualizando y relativizando todo conocimiento, en tanto todo se convirtió en interpretación sin reconocer hechos, en palabras de Nietzsche. Las cifras no sirven para expresar la riqueza y complejidad de los fenómenos sociales y humanos, pudo ser su eslogan. Esta ceguedad y autolimitación de las ciencias sociales y humanas contribuyó en gran medida en un estancamiento.
Frente a una realidad compleja que lo contiene, el hombre no tiene más alternativa que emplear las múltiples opciones para conocerla y, en la actualidad ya no se justifica alimentar disputas que limitan el conocimiento. El rigor es deseable en todo conocimiento pues conduce a su validez. Sea cuantitativa o cualitativamente, el rigor no se puede perder.
De otro lado las proporciones de los indicadores relacionados con publicaciones académicas de hace diez años, han cambiado sensiblemente; si bien el dato citado por el autor, vinculando el 30 % de la producción académica dentro del paradigma positivista, puede ser correcto, las tendencias actuales en materia de publicación hacen suponer que esto ha tendido a cambiar, pues los perfiles de las revistas científicas apuntan más a privilegiar producción cuantitativa o mixta, en lugar de solo cualitativa. Esto puede darnos una idea de en qué sentido se dirige la ciencia en general.
La vigencia de la discusión del método no radica en el método mismo, como supuso el debate en el siglo XX. La discusión perdió el norte y desestimó el para qué se investiga, qué se busca con esta y si el método en cuestión lo permite o no. Las diferencias en los objetos de investigación son evidentes, aunque tiendan a diluirse, pero no por ello exigen métodos diferentes. Como bien los sostuvo Karl Popper para realidades simples el método científico único, positivista funciona. Sin embargo, las realidades sociales al ser más complejas, pueden requerir un tratamiento complementario que facilita abordar dicha complejidad y no necesariamente un tratamiento diferencial.
El diagnóstico de la complejidad no es la razón principal para incursionar en los enfoques de métodos múltiples, la impredictibilidad e indeterminabilidad son una constante, dada la dificultad en conocer todas las condiciones iniciales de un fenómeno o de la realidad. El conocimiento total es una aspiración que le adjudicamos a los dioses, y que mientras no lo seamos (deseable que así sea), como humanos nos queda solo reconocer que nos aproximamos a explicar y comprender diseccionando la realidad, aun cuando los big data están contribuyendo a la disminución de esta indeterminabilidad e impredictibilidad. Esto sugiere que la complejidad es tal porque no tenemos las prótesis necesarias para conocer todas las condiciones iniciales. En igual sentido, y en conjunto con lo anterior, los métodos computacionales han permitido trascender la discusión significativamente, pues se han convertido en un instrumento de extensión y mayor alcance a lo que antes no se podía acceder. Es decir, se han convertido en una nueva prótesis humana que potencializa la capacidad explicativa, comprensiva y predictiva del conocimiento científico.
En la misma línea argumentativa, cabe destacar que una vez enfriada la discusión sobre métodos de investigación, el foco de atención para la comunidad científica deberá ser más ¿cuál es el interés de la investigación? ¿cuáles son los efectos en la sociedad, el medio ambiente, en la vida, etc.? En tanto empresa libre humana tiene anexa la responsabilidad de todo acto libre, por lo tanto, la reflexión epistemológica ya no se limita a asuntos solamente metodológicos, sino que involucra una observación ético- política de la empresa científica, sea cualitativo, cuantitativo o mixto su trasegar.