Los métodos computacionales logran reportarse en la base complementaria de la investigación a nuestros días de acelerada visibilidad informática, estos registran comportamientos, estructuras y dinámicas sociales que ajustan la medida de investigación; se apoyan en investigaciones de big data, como un sinnúmero de información en red que argumenta al humano algorítmicamente; de aplicaciones y herramientas que transforman las maneras de relacionar y entender el mundo; y en la infraestructura que las mantiene, entre otras; hallando datos que se encuentran inmersos en la comunicación computacional “1) conjuntos de datos grandes y complejos; (2) trazas digitales y otros datos “naturales”; (3) respuestas algorítmicas para analizar; y (4) reflexionar sobre teorías de comunicación desde el estudio de la comunicación humana”. (Van Atteveldt, Peng 2018)
Los métodos computacionales permiten ampliar la visión de los comportamientos sociales más allá de los métodos tradicionales, y pueden cambiar las formas de abordar la comunicación desde:
- Seguimiento y análisis de la huella digital
- La investigación experimental en las redes sociales, aunque limitada por acceso restringido
- Realizar muestras más amplias con comunidades más pequeñas
- El trabajo interdisciplinario que conjuga diversas investigaciones en contacto
Dichas formas revisan comportamientos grupales con mediciones concretas, que en otro momento pueden alimentar teorías de investigación arraigadas en datos cualificables en la medición de sus datos, sin embargo, esa misma concreción hallada desde un estudio único de plataforma, puede sesgar la investigación argumentando generalidades impresas por el estudio de plataforma único.
Las investigaciones realizadas desde la comunicación computacional, también presentan algunas falencias, o mejor, elementos que todo investigador debe reconocer, de allí parte la pertinencia cognoscitiva de herramientas o elementos que permitan comprender datos, entendiendo que el tamaño no representa la validez de la información, por un lado, y por otro, que estos deben ser depurados y casi que desmembrados para apuntar a los resultados de la investigación propia. Sin embargo, muchos de los resultados no están mediados o sesgados por estructuras de pensamiento del investigador, pero si pueden ser maleables dependiendo la herramienta de uso.
Finalmente, la investigación en comunicación computacional debe ser revisada desde la ética misma, esa que preocupa a los usuarios de las redes por el acceso a los datos, la misma, que en muchas ocasiones no reflexiona el entorno, la privacidad del otro, la que muchas veces y obviamente partiendo de esa ética, no reflexiona el ciberespacio en materia de derechos.
Como punto de encuentro entre estos métodos y los tradicionales para el desarrollo de mi investigación es necesario revisar intereses comunes que sirvan para el direccionamiento estratégico, apoyando, en primera instancia el reconocimiento de la denuncia, que desde diversas prácticas, territorios y tiempos, ha pretendido entender la voz del agua globalmente, interiorizando su “nueva” y asertiva humanización; en segundo momento, pueder soliviar esa des-humanización, presente y pasada, con estrategias posibles que propongan repensarnos la voz del agua, desde el reconocimiento de la vida del humedal, reflexionando, a escala global, la concepción de la problemática, prácticas, métodos y dilemas manejados desde la comunicación ambiental, lo que hace necesario una mirada abierta, desterritorializada, donde converjan diversos elementos que apoyen desde afuera mi investigación.