Codificación

TEMACATEGORÍACÓDIGODESCRIPCIÓNFREQ
Propuestas EstatalesPropuestas SocialesUn gobierno que le apuesta a la equidad de género3
Poner a la mujer al mismo nivel de producción que el hombre2
Las ya no son solo empleadas o trabajadoras, ahora son dueñas1
Reforma rural integral1
Generación de Ingresos de la Economía Campesina, Familiar y Comunitaria2
propuestas EconómicasIncluir a la mujer produce mayores ingresos como paísemprendimientos que sean rentables, emprendimientos que sean sostenibles, porque el tema de la sostenibilidad ambiental es un tema de fondo, pero también emprendimientos que tengan perdurabilidad, que sean constantes, que no sean una cuestión ocasional4
La activación de la mujer impulsa la reactivación postCovid1
Bonos de género1
El capitalismos es lo único que tenemos2
Mujeres exportadora2
Formalizar4
EmprendimientoEmprendimientos con un tamaño importante4
EmprendimientoProyectos estructurados a partir modelos establecidosPlanes de negocio de verdad4
Educaciónoferta variada para el desarrollo y fortalecimiento de diferentes habilidadesAdaptación al cambio, el liderazgo, comunicación, manejo de conflictos, empoderamiento, entre otros3
ProblemáticasAmpliación de brechasla brecha de pobreza monetaria urbana rural se ha ampliado3
Ampliación de brechasCiclo virtuoso del crecimiento2
GéneroTrabajo no remunerado1
GéneroHogares con mujeres cabeza de familia solas.3
Géneropoca inversión en empresas de mujeresen América Latina y el Caribe la industria de inversión de impacto ha invertido solamente el 10 % en empresas dirigidas por mujeres (Buckland & Cordobés, 2019)1
PúblicasNo hay seguridad social3
EconómicasLas mujeres no quieren emprender1
SocialesDesperdicio de recursos estatales1
Acceso digitalDesconexión total de los micronegocios con el mundo digital4
Acceso digitalLos micronegocios no necesitan internetEl 81,9 % de los micronegocios ubicados en las cabeceras municipales mencionan no necesitar el servicio de internet1
EducaciónCarencia de habilidades durasconductas estratégicas, tácticas y personales susceptibles de cambiar a través de la comunicación o experiencia y relacionadas con el mercadeo, la administración del riesgo y el control financiero (Deakins, Bensenman, & Battisti, 2016; Chao, Gene, & Crick, 1998)3
EducaciónBajo índice de educación y formación Los datos de admisión al programa Mi Negocio del DPS que reporta que el 42 % de los participantes tiene formación básica primaria como nivel máximo de escolaridad alcanzado, mientras que el 30 % reportó tener básica secundaria, el 14 % alcanzó el nivel de educación media y sólo el 1,2 % registró estudios universitarios (Departamento Administrativo para la Prosperidad Social, s.f.)4
Educaciónmayor educación mayores posibilidadesTambién indica que la probabilidad de ser beneficiario aumenta en la medida que el emprendedor tenga mayor nivel de educación, más experiencia, perciba un proceso de acceso sencillo, haya sido asesorado por las Unidades de Emprendimiento del SENA y haga parte de la población no vulnerable.3
EmprendimientoLos espacios de emprendimiento son segregadores por constitución 2
EmprendimientoFalta de cultura de emprendimientoIncentivar el crecimiento, la sostenibilidad, la innovación y la internacionalización. a tercera parte de la población no realizaría acciones para convertir su idea en un negocio (Global Entrepreneurship Monitor [GEM], 2017)7
EmprendimientoInmadurez de la industria3
EmprendimientoFalta de identificación de nuevas oportunidades2
EmprendimientoTasa de fracaso empresarial2
EmprendimientoPoca investigación y desarrollo2
EmprendimientoPoca financiación privada nacional e internacionalmenos del 6 % de las pymes accedieron a financiación a través de fondos de capital privado o capital de riesgo en el último año (Asociación Nacional de Instituciones Financieras [ANIF], 2018)3
EmprendimientoFinanciación bancostan solo el 16 % de pequeños productores agropecuarios tienen acceso a crédito formal (Leibovich, 2013). solo 1 de cada 20 créditos otorgados fue para personas sin experiencia crediticia previa3
EmprendimientoFinanciación de círculos cercanosel 70 % de los emprendedores del país inician su actividad con recursos propios, de familiares o amigos1
EmprendimientoFalta de investigación4
No se entienden las dinámicas localesLos fondos no entienden las dinámicas locales3
EmprendimientoDeficiencias en el fomento del capital social para el emprendimiento1
EmprendimientoFalta de procesos de aceleración Endeavor inició su operación en el país en 2006, pero ha seleccionado solamente 67 emprendedores hasta 20172
Emprendimientoaltos costos de entrada y la competencia desleal poca eficiencia de la red postal. altos costos para realizar procesos de comercio exterior1
EmprendimientoProblemas logísticos4
EmprendimientoFalta de capacidadeslas capacidades organizacionales incluyen capacidades asociativas, financieras, administrativas, de acceso a asistencia técnica, ambientales, productivas, comerciales, de acceso a las tecnologías de la información, de desarrollo de relaciones y/o participación, y de capacidad de convocatoria y/o liderazgo6
EmprendimientoAceptación internacionalla fuga de capitales a fondos internacionales3
EmprendimientosegregaciónAdemás, la institucionalidad pública y privada creada para el fomento del capital social para el emprendimiento es deficiente, excluye a emprendedores, y carece de mediciones de impacto. 3
EmprendimientoNo alcanza para todos1
EmprendimientoPoca exportación1
RedesLos emprendedore/as no hacen red3
RedesBajo nivel de asociatividad entre empresas2
Mundos PosiblesNuevas iniciativasnuevos emprendimientos impulsados por mujeres1
CooperatividadOlvido del espíritu colaborativoAdemás, a pesar del potencial de generación de riqueza y empleo de organizaciones tales como cooperativas, fondos de empleados y asociaciones mutuales y otras organizaciones solidarias, estas carecen de informes de resultados y su aporte al ecosistema emprendedor (Superintendencia de Subsidio Familiar, 2020).2

LA MARÍA. CUENTO CORTO

María es una mujer joven que se fue de su casa en Mercaderes al Sur del Cauca para escapar de su mamá que le pegaba. Se voló con Jorge un venezolano que manejaba un camión y paraba a almorzar todas las semanas en un restaurante cerca a su casa. 

A los 17 llegó a Tumaco donde Jorge había conseguido un trabajo manejando un taxi del mismo dueño del camión. Él salía desde las 1 de la mañana hasta las 6, llegaba a la casa a dormir y se levantaba de nuevo al mediodía, almorzaba y se iba de nuevo hasta las 8 o 9 de la noche. 

Mientras tanto María, en su casa, con pena de ir al colegio a terminar 10 y 11 porque ya estaba muy grande para eso, sin conocer a nadie, sin poder pedirle trabajo a nadie y con miedo a salir porque “ya unos manes la arrinconaron el otro día”. Pasa todo el día mirando el face donde ha comenzado a encontrarse con el mundo y a aprender cosas nuevas.

En esta rutina lleva 3 años donde su vida se ha convertido en un entramado digital que incluye algunos amigos en España y México, y una amiga cercana en Estados Unidos que está aprendiendo español hablando con María al tiempo que le enseña inglés. María pertenece a grupos de fans de BTS, que escucha todo el día, se aprende sus canciones y las traduce, y complementa sus clases de inglés siguiendo grupos y temas de aprendizaje de este idioma, su sueño es irse del país. También es aficionada al manga, algo que heredó de su papá que, antes de irse, pintaba todas las tardes en la entrada de la casa. 

Hace un año consiguió trabajo en una fotocopiadora cerca a su casa donde aprendió a pintar en computador con el hijo de la dueña que estudia diseño gráfico. Ella sueña con ser diseñadora y abrir su propia fotocopiadora, pero se la imagina más grande, con plotter, impresión de camisetas y hasta ha pensado en hacer tatuajes en un futuro, cuando aprenda. 

No quiere riqueza, le parece que la gente rica tiene jodido este país, pero si quiere tener tranquilidad, vivir independiente -la verdad ha pensado en separarse de Jorge porque él ya no la quiere-, hacerse su plata y un día viajar a Corea. 

Las opciones de abrir fotocopiadora propia por ahora no son muy buenas, se está ganando 400 mil pesos al mes, de esa plata le manda 200 mil a su mamá y se queda con otros 200 mil que apenas le alcanzan para sus cosas, así que no le sobra ni un peso; el otro día conoció a un man de la Cámara de Comercio que le dijo que se presentará para el Fondo Mujer Emprende que de pronto le salía una plata, así que se fue para el colegio donde le prestan internet y comenzó a buscar. 

Ella no terminó el colegio pero maneja bien internet así que se metió a la página y comenzó a leer las reglas. De entrada un negocio de fotocopiadora parece no caber en ninguna de las temáticas de la convocatoria, y revisando las posibilidades, debería irse por mujer cacaotera porque acá dicen que ese es el gran negocio, pero la verdad no tiene ni idea de cómo sembrar cacao. 

Revisa desconsolada, no cree poder ser una emprendedora. Busca la definición en internet:

  1.  [persona] Que tiene decisión e iniciativa para realizar acciones que son difíciles o entrañan algún riesgo.
    “Ulises era el héroe más emprendedor del ejército griego”
  2.  [persona] Que establece y desarrolla una empresa o negocio.
    “los comerciantes lombardos eran muy ingeniosos y emprendedores”

El primer resultado es del diccionario, sigue bajando y encuentra economipedia.com que dice algo así: “Un emprendedor es una persona que tiene la capacidad de descubrir e identificar algún tipo de oportunidad de negocios. Así, con base en ello, organiza una serie de recursos con el fin de darle inicio a un proyecto empresarial.” “María: Yo nunca he sido buena con las oportunidades, alguna vez un jefe guerrillero se enamoró de mí y me quería llevar al monte, me decía que me trataría como una reina y tendría un escuadrón a mi servicio. Yo estaba de paseo donde unos conocidos así que decidí escaparme de ese pueblo. Mi hermana me decía que mucha gueva, que me había perdido una tremenda oportunidad para salir adelante (…) Mi mamá también me quiso vender a un ganadero cuando tenía 13 años, yo me volé de la casa un mes y no volví hasta que ese man se había ido y le hice prometer a mi mamá que no me volvería a vender; de pronto si me hubiera ido con ese man, quien quita, ahora sería una mujer prestante de Popayán.”

Descubrir le gusta, pero poco hay que descubrir en una fotocopiadora, “ese negocio ya está inventado, de pronto a más de uno se le paren los pelos cuando vea que hago tatuajes, pero eso ya es normal en todo el mundo y pronto se volverá normal acá también.” piensa María.  

Recursos no tiene, lo que gana se lo gasta, la educación más bien poca, es una dura dibujando mangas pero eso a quién le interesa o quién va a pagar por eso; así que no cuenta con recursos para iniciar un negocio.

Cuenta con su talento, con su honestidad, con las ganas de salir adelante, cuenta con algunos amigos porque ella siempre ha sido firme con sus amigos; tiene la ética muy clara cuando piensa en el negocio: no quiere enriquecerse, le gustaría ayudar a los demás comenzando con su familia, pero extendiéndose a todas las personas de Mercaderes; le molesta la desigualdad y quisiera pertenecer a un grupo feminista porque cree que las cosas entre hombres y mujeres debería ser iguales; la política no le interesa porque eso es algo en lo que ella no se mete.

Finalmente decide llenar los papeles con su amigo de la Cámara de Comercio que se sienta con ella a ayudarle, logran mandar antes del cierre. María se llena de ilusión porque piensa que ya mandó los papeles y con su amigo del gobierno, eso está casi listo. Le ayudaron a hacer proyecciones financieras y a definir una tabla de precios, logró llegar a su propuesta de valor mezclando estilos de Corea y Colombia para buscar una línea gráfica nueva que espera estampar en camisetas, stickers, pocillos y hasta en el cuerpo; definió sus clientes, jóvenes de Tumaco y luego de todo Nariño que quieren verse cool con tendencias de Asia que están de moda en todo el mundo; ya sabe cuánto le va a entrar al mes y comienza a soñar con mandarle a su mamá, con arreglar la escuela donde estudia su hermanito y la carretera para la finca de sus abuelos que ya no pasa un carro ni con la doble; también sabe cuánto le cuesta cada cosa y cuánto le va a pagar a las personas que trabajarán con ella. 

Pasan los días y no llega el resultado, María se desespera y entra a la página diariamente para revisar pero no ve los resultados; encontró un teléfono de contacto donde llama sin parar a veces por más de una hora pero nadie contesta, llenó el formulario que aparece en la página para preguntas, escribió al correo, buscó en internet, pero nada, nadie le da razón. 

Un día yendo al centro a comprar pescado se encuentra con su amigo de la Cámara de Comercio: “- María: Ve, Walter ¿Cómo vas?¿Qué pasó con la convocatoria esa? – Walter: Hola María, rato sin verla, eso ya salió se lo ganó una gente pero nadie conocido de acá de Tumaco. Parece que van a montar unas cacaoteras grandes por el lado del batallón del ejército, pero ni idea de quién serán. Chao María, me cuenta si necesita algo.”

LA TEJEDORA

Por Luis Eduardo Ospina Raigosa

Quien escribe, teje. Texto proviene del latín, ‘textum’ que significa tejido. Con hilos de palabras vamos diciendo, con hilos de tiempo vamos viviendo. Los textos son como nosotros: tejidos que andan. Eduardo Galeano.

Hacer una tesis es como tejer. Y Oriana, que creció en una ciudad, alejada del trabajo manual y de sus abuelos, no sabía tejer. Ella decidió dedicarse al tejido, como forma de reconectar con sus orígenes…

El trayecto está lleno de aventuras. Se propuso encontrar un maestro, que le transmitiera su saber sobre el tejido. Oriana, como un colibrí, visitó muchos jardines, terrenos fértiles para aprender. Encontró grandes enseñanzas en cada uno. Oriana como un colibrí, re-visitaba esos jardines en primavera.

Pasó años explorando con los hilos de diferentes texturas y colores, sintiendo las fibras y encontrando una relación estrecha con ellas. Destinó otro largo periodo de tiempo a aprender las técnicas y las formas. Elegir entre el telar y las agujas, apostarle al bordado o al remate y combinar aprendizajes para sus diseños. En esas apuestas conocía maestras y maestros que, con paciencia y dedicación, le compartían detalles del tejido.

Oriana pasó días y noches, primaveras y veranos recogida en su taller encontrando un diseño que la definiera, que expresara su sentir. En cada otoño se proponía llevar a la plaza de mercado al menos una de las prendas que elaboraba durante esos tiempos de recogimiento y silencio. 

A veces eran bufandas tejidas a mano, a veces eran túnicas usando la rueca india. Otras veces hacía ruanas de lana de oveja y alpaca. En otras ocasiones bordaba manteles con hilos árabes…

Sus tejidos se exhibían y vendían previo al invierno.

Alternaba sus tiempos de tejido en el taller encontrándose con amigos en el Costurero. El Costurero es un espacio para hablar de la ciudad y de la vida, de las flores y de las frutas. Al Costurero todos llevan cerveza y viandas que comparten mientras tejen. En el Costurero también se comparten las mantas, los diseños y los tejidos que los integrantes crean.

Con lo aprendido de varios maestros y maestras decidió enseñar y reconoció que esa actividad es una gran posibilidad de aprender. Con goce y dedicación propuso varios talleres de tejido en El costurero. Allí se enseñaban los unos a los otros, al fragor del compartir.

Una tarde, en El Costurero, proyectan un vídeo titulado Maestros del tejido. En el vídeo se recrea un mito sobre Bochica. El mito es un momento de revelación:

Hace años, o siglos, del sol se desgajó un hombre entrado en años que llegó a la tierra muisca vestido con una manta de algodón. 

Era el capitán guacamayo y la potencia de la luz; era el espíritu del fuego; era la fuerza que liberó las aguas por el Tequendama; también era la sabiduría de los tejidos.

En su peregrinaje enseñó a nuestros abuelos a construir herramientas, a sembrar el maíz y transmitió su saber sobre el tejido de la manta.

“Tejer implica sostener un diálogo con el origen. El tejido trenza el inicio de la vida con el aquí y el ahora. Cada tejedor y tejedora, cada tejido y cada manta, expresan la memoria ancestral de lo que somos”… 

Por su enseñanza sobre el tejido, los muiscas le dieron el nombre de Bochica, que significa “Sacerdote de las mantas”.

Después de un largo trasegar, de compartir con distintos maestros y maestras, de tantos talleres de tejido, de hilvanar la urdimbre y entretejer la trama, Oriana lo comprende y lo comprende bien: todos tenemos un Bochica en nuestro interior. 

Colofón

El vídeo que vio Oriana esa tarde en El Costurero: https://vimeo.com/306111312

(Clave: otilia111)

CANSANCIO PEREGRINO – MFC

Por: Mario

— Compa estoy sintiendo la tesis como una obligación que me agobia — expresó Mario con una mirada extraviada.

El cansancio producido por tratar de acotar el tema y plantear el problema de investigación ha llevado a Mario a un episodio de fatiga, con un tinte de desesperanza. Este sentimiento al parecer es normal en los estudiantes de doctorado, ya que este asunto se parece a un viaje en barco que puede naufragar. También, hay quienes ven este proceso como un arma de doble filo que, por una parte, ofrece gratificación; pero por otra, condena a estar sujeto a algo que está siendo y no cuenta con la certeza del éxito.

Antes de la pandemia había leído en el periódico El País de España (marzo del 2018) un artículo cuyo título era una verdadera profecía: La tesis doctoral es perjudicial para la salud mental.  Este estudio reveló que los doctorandos son seis veces más propensos a desarrollar ansiedad o depresión en comparación con la población general. Caramba, eso sí es serio, pensé con preocupación.  

Con esa lectura apocalíptica no me queda duda de que mi compa forma parte de la población que batalla contra el cansancio y la fatiga de la tesis doctoral. Por esta razón, pensé en buscar a Mario, pues sabía de su cansancio. Y no fue en vano mi intuición, pues Mario me contó que tenía una rutina de vida que lo empuja a seguir investigando, pero con una sensación de sentirse estancado: “Me levanto, me siento en el PC y leo sin más. Leo y vuelvo a leer”. Este modo de proceder le consume la vida al compa, pues su existencia gira como en una especie de órbita suspendida en el nuevo mundo en el que habita.

Sin embargo, y como dice un estribillo de una canción de cuyo nombre no quiero recordar, nada es para siempre. Hablé con Mario y me contó que el acompañamiento por parte de la tutora ha sido fundamental:  — Compa, la profe me ha empujado, aun cuando no ando.

Sumando a esto, Mario había encontrado un poema titulado Cansancio, en que su autor (P. Antonio Calle, S.J.) expresa el costo de vivir.

— Compa, ¡vea lo que me encontré! Me dijo con la esperanza con la que un náufrago se aferra a la tabla salva vidas. — Aunque no haya definido como quiero mi problema de investigación, ya por lo menos tengo delineada la esperanza. Y procedió a compartir un fragmento de aquel poema:

“Aunque haya germinado el cansancio peregrino

y en el sigan mezclados las penas y el amor,

si alguna cosa útil deje en lo que vivido

no existen ya motivos para sentir dolor.

Que importa que la vida gastada sin reclamos

se escape en un instante tan frágil, tan fugaz

que importa que a ninguno le importen estas manos

si al irse deshaciendo están amando mas”

Pueda que sea cierto que un doctorado represente la entrada real al mundo académico, ya que existe la pretensión de contribuir al desarrollo de soluciones que sirvan a la comunidad (en un pregrado y maestría parece mas difícil este ejercicio). Sin embargo, es necesario buscar personas que ayuden en el proceso doctoral.

Finalmente, a esto se suma el que Mario está diseñando una estrategia que le permita un equilibrio entre el tiempo de investigación y el tiempo dedicado a la vida personal. Así que Mario se ha prometido compartir mas con la familia, hacer deporte y leer otras cosas que alimenten su espíritu. Espero que estas acciones le ayuden a salir de ese agobio y transitar por el cansancio peregrino de hacer una tesis doctoral.

FIN

SEDUCCIÓN – Por Juan Carlos Torres L.

La siguiente historia está basada en hechos reales, cualquier parecido con la ficción es pura coincidencia. Los nombres originales se preservaron por respeto a la memoria de las víctimas y de los sobrevivientes.

 Adrián estaba sentado frente al tablero mirándolo fijamente, aunque en realidad no lo veía. Sus pensamientos repasaban una y otra vez la forma en que había aceptado entrar a esa maestría ¿qué hacía un ingeniero químico tratando de entender la economía? En fin, por qué no, después de todo era un tipo bastante inteligente. Eran apenas las primeras clases, pero ya se sentía lo suficientemente confundido, nada parecía interesarle. Ese día se incorporaba un profesor nuevo, todos lo esperaban con muchas expectativas por sus amplias credenciales. A Adrián no le importaba, en últimas era solo otro economista que lo confundiría.

El profesor llegó tarde, era más joven de lo que pensaba y pronto sus ejemplos captaron su interés. Pero eso no fue lo mejor de ese día. Unos minutos después la puerta se abrió con timidez y despacio, como quién hace una picardía entró la chica más bella que Adrián jamás había visto, la luz del sol a su espalda la hacía parecer una ilusión, su cabello rojo y largo se movían en cámara lenta y una sonrisa amplia, con mucha nobleza resaltaban los rasgos delicados de su rostro.

-Qué ojos tan bellos -Pensó Adrián- eran negros y profundos, misteriosos, pero fascinantes.

La chica se sentó junto a Adrián, los demás no le dieron mucha importancia, parece que no era tan bella en realidad, pero Adrián no podía dejar de verla.

-Hola Adrián -Dijo en un momento.

Adrián se quedó sorprendido, no sabía cómo responder ese saludo. Lo único que pudo hacer tímidamente fue balbucear un poco, pero no dijo nada más para no interrumpir la clase. En su cabeza las ideas se entrecruzaban, se golpeaban entre sí, ya no prestó más atención a la clase, algunas cosas escuchaba, ideas sueltas, pero ¿de dónde lo conocía esa chica?, ¿era economista o ingeniera? ¿se habrían visto en la facultad?, pero, sabía su nombre, ¿cómo podía saber su nombre si solo lo había visto? Nunca fue famoso en la facultad o en el programa, así que no era muy conocido. No podía evitar sentir vergüenza por no recordarla, tampoco sabía cómo hablarle, cómo abordarla.

El profesor anunció que tomarían un descanso y la ansiedad se apoderó de él, obviamente estaba obligado a hacer algo, acercarse de alguna manera. Salió antes que todos para ir al baño, cuando volvió ella estaba ahí parada, como esperándolo. Adrián se acercó, solo se paró junto a ella y ella sonrió como respuesta.

-Disculpa, no sé tu nombre – se atrevió a decir Adrián.

-No pasa nada – dijo ella- Me puedo llamar como tú prefieras.

Adrián sonrió.

-Estefanía, me suena que te llamas así -Respondió tratando de entrar en el juego.

Ella se giró y extendió su mano.

-Mucho gusto, Estefanía.

Adrián tomó su mano y la apretó en una combinación de firmeza y delicadeza a la vez, no quería soltarla, no podía soltarla.

La relación creció más rápido de lo que esperaban. Compartían mucho tiempo juntos, pasaban las noches en vela. Adrián la hacía ir a escondidas a su habitación. No había hablado de ella con nadie, pero eso no impedía que ya hubiera hecho muchos planes en su cabeza, sin duda ella le cambiaría la vida. Se imaginaba teniendo una familia, trabajando como economista, pensaba que quizá podría hacer también un doctorado con ella, en el exterior, en un lugar lejano, después de todo su belleza no era propia de este país. Todo era mágico, pero claro, solo habían pasado unos cuantos meses.

En clase, un día, de la nada, el profesor hizo un comentario.

-Veo que encontraste el amor de tu vida- Algo así, no estaba prestando mucha atención por estar hablando con Estefanía.

Los compañeros se rieron, todos lo habían notado.

  • ¿Por qué no nos cuentas cómo van? – agregó el profesor.

Le parecía muy raro hablar de ello frente a todos. Pero se atrevió a contarles sobre los dos. Estefanía solo lo miraba fijamente y sonreía. De repente todos empezaron a hacerle recomendaciones, cómo debería ser la relación, la manera de que creciera, le hacían advertencias, muchas cosas que lo incomodaban mucho. Adrián miraba a Estefanía y ahora su sonrisa de picardía parecía de maldad, muchas malas sensaciones le pasaron por el cuerpo.

Y así fue, las advertencias empezaron a volverse problemáticas. Una vez decidió hablarle a sus amigos y familia sobre ella, todos seguían diciendo cosas incómodas. Las dudas se apoderaron de su cabeza, ¿podría ser que Estefanía no fuese lo que él pensaba? Empezó a sentir que su relación no avanzaba, las noches en vela junto a ella ya no eran tan agradables. Ya no tenía claro de dónde había salido, ¿por qué se sabía su nombre? Se había hecho demasiadas ilusiones, había hecho muchas promesas, ella respondía a todo que sí, pero luego se resistía. Estefanía desaparecía por unos días, no iba a clase y tampoco lo visitaba en casa. Adrián no la buscaba, sabía que era lo que debía hacer, pero se resistía. Por momentos quiso que desapareciera. La amaba, era lo que él quería para su vida, pero en ocasiones hubiese preferido que no existiera, ¿por qué decía eso? Se sentía mal solo al pensarlo.

En una clase supo que su profesor había conocido a su pareja en la maestría y que había seguido trabajando con ella en todo lo que hacía, por lo que pensó que era buena idea hablar de lo que estaba pasando con él. Sin embargo, el profesor lo llenó de más dudas.

  • ¿De dónde había salido?, ¿A dónde pensaba llegar con ella?, ¿por qué tantas incoherencias?

La charla con el profesor solo sirvió para confundirlo más. Una noche estaba pensando en ella mientras miraba al techo. Llevaban casi dos meses sin verse, se supone que pasarían vacaciones juntos en la playa como lo hicieran ese primer semestre, pero nunca se vieron y ella tampoco fue a las primeras clases. Pero esa noche, esa noche entró por la ventana, como aquellas otras noches cuando nadie sabía de ella. Adrián sintió una felicidad profunda en su pecho, la amaba y no podía negarlo. Una sonrisa grande se dibujó en su rostro. Estaba tan bella como la primera vez que la vio, pero había algo diferente, algo había cambiado. Las cosas ahora serían mejores, Adrián estaba seguro de ello.

Pasaron la noche juntos, como antes. Se entendieron mejor que nunca, todas las ilusiones volvieron y con ella la felicidad que le producía. Pero no por mucho.

Estefanía se volvió agresiva, lo empezó a hacer sentir inseguro. Era tan profunda y tan inteligente que parecía que Adrián no la merecía, que nunca podría entenderla. Con o sin ella, Adrián no dormía. La relación se volvió a estancar, ahora eran agresivos el uno con el otro, los sueño juntos parecían pesadillas. En clase lo seguían presionando, el profesor ya no quiso darle más consejos y Adrián ya tampoco iba a clase. Le faltaba tan poco, solo unos cuantos meses, pero no pudo más. En una noche terrible, en una discusión estruendosa que nadie escuchó Adrián la sacó por la ventana, por el mismo lugar por el que había vuelto. Nunca la volvió a ver, nunca terminó la maestría tampoco, volver a clase implicaba pensar en ella.

Adrián no imaginó ser parte de una relación tóxica, pero qué esperaba, él era ingeniero químico y nadie nunca le enseñó cómo tener un amor tan profundo con una economista.

Una historia interactiva sobre terminar la tesis – Sergio

Para este ejercicio de una metodología narrativa alternativa como forma de análisis discursivo quisiera proponer una historia interactiva construida con una librería para crear Biteratura, o literatura electrónica, que he estado construyendo poco a poco, llamada Aventura.js. Esta historia interactiva está basada en las apreciaciones de Carlino (2005) acerca de los discursos que manifiestan distintos estudiantes de maestría con respecto a su percepción del proceso de escritura de la tesis.

La historia interactiva se puede leer a continuación:

Timi Tom

Timi Tom siempre tuvo curiosidad por las pequeñas cosas del mundo, andaba metido en osadas excursiones. Una mañana se halló envuelto en una contemplación al aire libre. Pues, una fuga de agua improvisó un pozo pequeño en una parte de la calle. Emocionado miraba los microscópicos granitos de arena que subían y bajaban debido al efecto lupa que producía la luz solar sobre el agua.

Ese mismo día terminó con una esferita embutida en su estómago… A él, le gustaba tirarse al suelo para ver las formas que bosquejaban las nubes. En ese instante comenzó a lanzar una canica al aire que agarraba con las dos manos. Al tiempo, observaba detenidamente un avión que surcaba los cielos y que coloreaba una perfecta línea blanca sobre el fondo azul. De lance en lance, la canica atravesó sus manos, rosó su boca, hizo a un lado sus dientes y resbaló como efecto columpio por su lengua… ¡Se la tragó!

En otra ocasión, terminó con una herida en la coronilla, pues una daga casi le parte la cabeza en dos. Ya se podrán imaginar cómo acabó esa herramienta en su cabezota. Timi era completamente una sin fin de aventuras solitarias y patéticas.

Tuvo momentos emotivos en vida, que le permitieron cierta felicidad. Como cuando ingreso a la universidad. Donde pensaba desarrollar búsquedas para trastocar el orden de las cosas.

Un domingo tropezó con una de las puntas de su biblioteca mientras buscaba el libro sobre una comedia satírica en la que se mezclaban las referencias a Macbeth; con los excesos de un monarca tan tirano como cobarde, cuya trama daba lugar a situaciones llevadas hasta el absurdo.  Sintió un golpe seco en su cabeza, jaqueca de inmediato. Frotó las yemas de sus dedos para apaciguar el dolor, notó que la herida estaba abierta de nuevo. Esa noche no consiguió dormir, así como muchas otras noches, cuando se develaba escribiendo en su procesador.

Ahora, quiero contarles la historia de Jazmín. Una estudiante de neurología en la prestigiosa Universidad Oliver Sacks. Ella estaba investigando el extraño caso de un hombre que sufría de propiocepción. Se trataba de un profesor de música que cada vez que despertaba, se levantaba asustado porque sentía la presencia de un miembro extraño en su cama, lo empujaba del catre y él resultaba tirado en el suelo, mirando ofuscado una pierna peluda que le parecía ajena y extraña.

Eventual y misteriosamente, Timi y Jazmín estaban destinados a encontrarse en algún momento de sus vidas. Ocurrió una semana de verano, cuando el pasto crece frondoso y verde. Ella estaba leyendo un libro sobre patologías neurológicas del cerebro; mientras él, estaba repasando sus lecturas sobre Alfred Jerry. A Timi le gustaba caminar cuando leía, pues de esa manera se concentraba mejor.  Tropezó inconscientemente con el mantel que Jazmín había extendido sobre el césped. Al principio, ofuscada intento ignorar al impertinente. Sin embargo, a medida que Timi avanzaba caminando por el terreno sin percatarse de lo sucedido, a ella le pareció que algo extraño debía tener ese hombre. Entonces, le tomó por el brazo para señalarle que no sólo le había interrumpido la lectura sino que le había arrugado su preciada tela.

Él, absorto, no comprendía lo sucedido. Reparó en el paño y comprendió la situación en su totalidad. Ofreció disculpas y sin mediar presentación alguna reprendió a su pierna, como quien regaña a una mascota con cierta insinuación de violencia. Jazmín quedó absolutamente interesada en Timi. Estaba estupefacta por su reacción y le preguntó:-¿Cómo era aquello posible, regañar y estrujar a un miembro del cuerpo de esa manera?- Timi, se sintió apenado, comentó que estaba estudiando dramaturgia en la facultad. Y a causa de ello, debía improvisar situaciones patéticas en situaciones cotidianas. Por lo cual, estaba caracterizando un doctor enfurecido con su aprendiz porque no sigue los procedimientos indicados en un experimento de vida o muerte.  

Jazmín miraba fascinada y atenta el rostro de Timi, mientras éste continuaba con su exposición. Ella lo invitó a sentarse en el tejido que separaba del verde pasto. Él con titubeos decide aceptar la cordial petición. Cuida mucho de no demostrar su congoja por la improvisada argumentación ante la situación anterior. Entonces, ella decide contarle que la reprimenda a la pierna le recordó un paciente que estaba investigando. Se trataba de un pobre hombre que todas las mañanas se despertaba ofuscado con su muslo izquierdo porque no lo sentía como propio sino como una bizarra imposición. 

Ahora, Timi observaba extasiado a Jazmín. La forma en como se expresaba, la información y los datos que le dibujaba con sus labios le parecían llenos de sentido. No entendía claramente a qué se refería la mujer con su problema de investigación pero el entusiasmo bastaba para entablar una conversación amena. Una vez que ella cesó de contarle el resumen de su exploración, él realizó su apresurada intervención. Preguntó – ¿Cómo era posible que sucediera tal cosa?- Timi conocía el lado bizarro de la vida pero nunca se había encontrado con una situación similar o parecida.

Durante el desarrollo de la conversación los dos sentían que iba creciendo una extraña atracción, al parecer existían aspectos de la vida que los conectaba; como la soledad, el aislamiento y la curiosidad. Sin embargo, a medida que conversaban, también intuían momentos en que se alejaban. Eran dos granitos de arena empujados por la fuerza del agua dirigiendo su rumbo a geografías opuestas.

Continuaron dialogando sobre sus experiencias de vida hasta que el sol comenzó a ponerse. No reparaban en elogios y críticas para sus intereses de exploración. Eran dos viajeros en el tiempo y el espacio que se contaban las travesías y los desafíos que los habían puesto en el punto en el que estaban. Sentados sobre un mantel complejo, dos extraños fluctuaban entre el ánimo, la curiosidad y la expectativa; así como entre el hastió, la intranquilidad y la saturación.

El encuentro furtivo estaba llegando a su fin.

Por una parte, Jazmín tomaría el metro elevado que la llevaría hasta su casa, al sur de la ciudad. Ella transportaría consigo los gestos, las palabras y las ocurrencias de Tim. Por otra parte, Tim se llevaría consigo las imágenes que dibujaban el rostro de la mujer, su alisado cabello y su exacta mirada, casi penetrante.  En el momento de la despedida, concluyeron que ninguno tenía la última palabra sobre sus propias indagaciones. Sin embargo, se necesitaban mutuamente. Incluso, un próximo y anhelado encuentro era impostergable.

De regreso a casa Tim comprendió algo que no era evidente antes, o que quizá lo era pero no había reparado en ello. La herida en su cabeza ahora la percibía como una pisada en la nieve o como escritura sobre la madera. Fraguaba el pretexto para el próximo encuentro. Inclusive, llegó a fantasear con la posibilidad de tener una familia, y al fin terminar su tesis.

John Vargas Espitia.