Perspectiva narrativa e investigación feminista: posibilidades y desafíos metodológicos
Nicolas Schongut Grollmus
Este texto me pareció muy interesante, en el sentido de abrir una pregunta que no me había hecho dentro de los procesos de formación teóricos y metodológicos de las ciencias sociales. Las corrientes feministas han llegado a mi como textos de discusión conceptual y de las estructuras más profundas de los social, que han resultado vinculantes dentro de mi experiencia de vida y que han sido un sustento para posicionarme en algunos espacios. Sin embargo, considero que esta interacción que propone el texto de Nicolas Schongut en relación con una investigación propiamente feminista no ha sido parte de mis preguntas y esto me pone en un lugar de tensiones muy interesante.
El autor argumenta que el lugar de la investigación feminista ha sido un área de muy difícil exploración, en términos de cuestionar una estructura académica fuertemente pensada desde la masculinidad. El texto me lleva a una conexión con Monique Wittig y sus ideas sobre el “pensamiento heterosexual”, que el pensamienot teórico ha estado en manos de una línea ideológica que ha imposibilitado no solo comunicar sino asumir como lugar de enunciación a las mujeres y a las personas diversas, por lo que la investigación social ha tenido una tendencia de hablar por nosotras y sin nosotras “discursos que niegan toda posibilidad de creer en las propias categorías” lo que ha generado una violencia sistemática en los discursos científicos.
La investigación feminista, por lo tanto, implicaría la desnaturalización de las configuraciones de desigualdad y de jerarquía propias de la ciencia. De acuerdo con Schongut, “una investigación feminista se distingue de una investigación no-feminista porque revisa y critica el proyecto ideológico del patriarcado en sus mismos procesos de producción de conocimiento”.
Es muy interesante esta perspectiva, porque desde aportes críticos al pensamiento científico ya ha habido unos avances importantes en relación con el carácter “racional”, “neutral” y “aséptico” de la investigación, sin embargo, me parece profundamente potente que a esta mirada se le dé un espacio adicional acerca de cómo ha operado el patriarcado en cada uno de los estamentos sociales, incluido el pensamiento de las ciencias sociales. Me parece muy interesante cómo se da una relación vinculada a la metáfora matrimonial en donde la investigación científica se propone como “como casta y pura, la fija dentro de unos límites regulados que la mantienen bajo control”.
También la perspectiva que el texto trae de Haraway, en relación con los binarísmos, cuestión que tiene mucho sentido en la idea de separación dual propia de la modernidad.
El texto es muy estimulante porque plantea que quizás una producción propia de los feminismos no es necesariamente el lugar, pero si propone pensar en que las estructuras que parecen “fijas” pueden cambiar o transformar su mirada y su experiencia, en razón de ser más inclusivas y transformativas. De ahí que la narrativa sea una potencia para establecer unas relaciones de sujeto a sujeto, y no se sujeto a objeto, por ejemplo.
Es un texto muy potente para repensar, cómo el conocimiento y la investigación científica, enmascaran conflictos ideológicos en los que debemos poner una profunda atención.