Reflexión No. 3
Introducción a los Métodos del Análisis de Redes Sociales de Robert A. Hanneman (1998)
Autor: Henry Romero
El texto de Robert Hanneman describe las características de los métodos de análisis de redes sociales desde su alcance hasta las diferentes formas en que se pueden construir redes de relaciones, pasando por la explicación de por qué tales métodos se centran más en estadística descriptiva que en la inferencial. En esta reflexión centraré la atención en los puntos que juzgo problemáticos.
El análisis de redes sociales es una perspectiva de métodos que responden a dimensiones sociales que no siempre se valoraron. Lo distintivo según Hanneman es que “la mayor diferencia entre los datos convencionales y los reticulares, es que los datos convencionales se centran en actores y atributos mientras los datos de red se centran en actores y relaciones”. En este sentido son las relaciones y no los atributos de los objetos observados, las que se vuelven relevantes.
La existencia de redes sociales siempre ha estado presente, pero el interés por ellas y haberlas hecho explícitas en las investigaciones sociales es relativamente reciente gracias a la aplicación de la teoría de grafos a la descripción social. Si bien la ciencia ha buscado las relaciones entre variables y las causas de su variabilidad; con el interés en la relación del análisis de redes sociales, podemos decir que la relación sirve para describir el vínculo entre actores sociales y no las características de estos, representando un avance en el análisis social.
Los métodos de redes son un instrumento muy potente para analizar las relaciones entre individuos en investigación social pues potencializan la interpretación de los vínculos entre actores, que por lo general son los detonadores y factores explicativos de los problemas sociales. A pesar de permitir acceso a una mayor cantidad de datos, en tanto los análisis por lo general abordan las poblaciones completas al no hacer muestreos explícitos superando las limitaciones, errores e imprecisiones tradicionales del muestreo y la inferencia estadística, los datos que presentan las relaciones se limitan a una formalidad y no ofrecen contenido relacional a profundidad, es decir que no pueden ir más allá de un dato estático. Por ejemplo, en los casos señalados por Hanneman preguntar a un actor si su afecto es positivo o negativo frente a otro, probablemente nos indique quien resulta tener o no mayores afectos en una red social, pero no nos dirá mucho sobre las causas, el contexto, naturaleza e intensidad de tales afectos, los que cualitativamente no se expresan en la relación gráfica formal.
Los métodos de análisis de redes están sujetos a la recolección de datos de manera tradicional, por lo general entrevistas estructuradas o semiestructuradas. En los años en que se escribió y publicó el texto de Hanneman, la incursión de las redes sociales digitales aún no se había dado, lo que hacía de estos métodos algo con una importante proyección. La aparición de las redes sociales digitales ha potencializado estos métodos, pues basta con rastrear las redes sociales mismas e identificar las relaciones y los nodos. Esto no quiere decir que sea suficiente; por el contrario, la forma como las redes sociales reflejan relaciones sociales reales es un problema a resolver, pues el medio digital ha transformado la naturaleza de la propia relación social. Del mismo modo los volúmenes de información se han convertido en big data, posibilitando mejores aproximaciones descriptivas a las que se lograban con las formas tradicionales.
Una condición del análisis de redes es su carácter solamente descriptivo y limitado a la medición, el cual es muy importante y válido para mostrar patrones de relacionamiento. Siendo así, es aun legítimo preguntarnos si los procesos sociales y relacionales pueden ser representados con la teoría matemática de grafos ¿requiere acaso de estudios longitudinales necesariamente?
El enfoque de redes sociales es importante, pero cabe desatacar que hay una diferencia significativa del tipo relacional que se prioriza en las redes sociales y es que las relaciones de tipo material pueden ser objetivas, por ejemplo, los flujos migratorios o los flujos comerciales y económicos o financieros, sobre los cuales el analisis de redes es muy potente y cuantitativamente preciso. Pero las relaciones de tipo cualitativo, por ejemplo, las de orden emocional solo tienen un carácter manifiesto por los actores y asignados como valores dentro de una escala, con poca profundidad y reduciendo todo lo social a datos medidos y representados tendenciosamente en un momento estático. Si bien esto no es un desperfecto de los métodos en sí mismos, si nos muestra una vez más la naturaleza muy subjetiva de algunos aspectos sociales que son explicativamente de relevancia en las investigaciones sociales y la dificultad de asirlos metodológicamente.