Inteligencia Artificial asociada a vehículos autónomos

Mario Cuéllar

El caso asociado a Inteligencia Artificial (IA) seleccionado gira en torno a los vehículos autónomos. Esta iniciativa tecnológica trae como beneficio el uso del tiempo del conductor (ya no es necesario), trazado de rutas mas eficientes, ahorro de combustible asociado reducción en las emisiones de carbono, movilidad a un sector de la población que no cuenta permisos para conducir, seguridad en las vías, disminución de accidentes con resultados fatales.

Este último aspecto toma fuerza en los fabricantes de autos vehículos autónomos, ya que esta tecnología se presenta como forma de disminuir la accidentalidad fatal y de lesiones debido a errores humanos. Así por ejemplo, en el contexto colombiano la Agencia Nacional para la Seguridad Vial ANSV (https://ansv.gov.co/es/observatorio/novedades/infografia-abril-2021) reporta que entre enero y abril de 2021 se registraron 2.178 fallecidos que a comparación del año 2020, en el mismo periodo, representa un aumento del 31.3%, es decir, 519 víctimas adicionales (accidentes en vehículo 10.5% del total de fallecidos y 15.2% del total de lesionados).

Bajo esta narrativa de seguridad se han venido desarrollando proyectos de vehículos autónomos (Tesla, Volvo, Hyundai, BMW, Mercedes-Benz, Lexus, Mazda) no solo como prototipos sino como flotas que ofrecen servicio de transporte público como Uber y Waymo One. En la ciudad de Phoenix estado de Arizona en el suroeste de los EE.UU., con solo ingresar a la aplicación y marcar el destino (aún cuenta con conductor de seguridad).

Fuente: Captura de pantalla de: https://www.xataka.com/vehiculos/cuales-son-y-que-estan-haciendo-las-principales-empresas-en-la-carrera-por-el-coche-autonomo

Ahora bien, los vehículos autónomos funcionan por medio de un conjunto de sensores que recoge los datos acerca del entorno, su relación con el vehículo y el ambiente. Por medio de una serie de algoritmos el software interpreta los datos recogidos a través de los sensores y los algoritmos crean rutas, trayectorias y decisiones (reconocer, planear y actuar) frente a la velocidad asociadas a las normas de tránsito, maniobras, posición, alerta de proximidad de otros vehículos y peatones.

Sin embrago, el software que controla el vehículo no cuenta con todas las situaciones posibles de programadas, ya que los lenguajes de programación al ser instrumentos de identificación, contenido y relación de los conocimientos contenidos o administrados en un sistema de IA, parte de un conocimiento que un experto físico convierte en conocimiento abstracto.

Esta condición ha hecho que los accidentes fatales como el Elaine Herzberg de 49 años en el estado de Arizona (18 de marzo de 2018) y el del Tesla Model X que se estrelló contra una barrera en Florida a pesar que el piloto automático estaba encendido, ha generado una reflexión sobre de quién es la responsabilidad civil de los vehículos autónomos: ¿del conductor que hace el cambio de control hacia el software?, ¿del fabricante? o ¿de la decisión que el vehículo toma de manera autónoma?

En este sentido, y en sintonía con el primer conjunto de preguntas orientadoras de este pequeño ejercicio de investigación, aparece la construcción de una narrativa de responsabilidad civil, en el campo de las instituciones, liderada por la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB) de Estados Unidos (NTSB), analiza los accidentes provocados o en los que se ven involucrados vehículos autónomos desde una perspectiva de equidad y solidaridad con los afectados.

Fuente: Captura de pantalla de: https://www.bbc.com/mundo/noticias-50498044

Sin embargo, existe una tensión entre el riesgo y el desarrollo de este tipo de tecnología, en los que los sujetos no pueden afectar la seguridad de las personas a expensas de un desarrollo tecnológico.  

De esta manera, emerge dentro de la narrativa de la responsabilidad civil la discusión del equilibrio entre proteger las vidas de las personas y no afectar el desarrollo de la tecnología de los vehículos autónomos.

Esto último, nos ubica en el segundo y último grupo de preguntas orientadoras referidas a las historias oficiales que aparecen alrededor de los vehículos autónomos. Un tipo de historia es la de carácter técnico desarrollada por la Society of Automotive Engineers (SAE) que determina los niveles de automatización: sin, parcial, condicional, alta y completa. Dichos niveles llevan a la responsabilidad civil al grado de automatización con el que cuente el vehículo.

Finalmente, la aparecen historias referentes a los accidentes que han sufrido los vehículos autónomos como una forma de aproximarse a esta realidad que se cuestiona por la efectividad del software, por el grado de responsabilidad del conductor, por los niveles de calidad en la automatización del vehículo, las causas probables a la imprudencia de una peaton, como lo fue el caos de Elaine Herzberg y por la menara en que se debe reparar los daños con justicia y equidad. Aquí, algunas de las principales noticias:

FIN

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