Por Vicky Delgado
Una vez analizadas tres noticias publicadas por medios de comunicación como La Silla Vacía, El País y la Doble W Radio a la luz del informe de la Comisión de la Verdad, transcurridas las primeras 24 horas de su presentación ante la opinión pública, a partir del ejercicio de codificado a través de la herramienta software para análisis cualitativo Taguette me permitió hacer un proceso de tipo inductivo, dado que a medida que fui revisando el contenido de los datos (textos, registros narrativos, titulares, fuentes) los fui agrupando en función de características pertinentes al objeto de investigación, identificando grandes categorías temáticas como: Importancia del Informe, dificultades, tipos de fuentes, estadísticas, derechos, víctimas y victimarios.
Estas categorías se relacionan de manera directa con las pretensiones de la investigación y permiten dar pistas en cuanto al sustento de la justificación de la investigación, dado que la categoría con mayor número de etiquetas fue el de la importancia del Informe. Adicionalmente me ha permitido encontrar criterios para delimitar el alcance de la investigación y revisar algunas tendencias que se reiteran en cuanto al uso, intencionalidad y formas del lenguaje escrito, como, por ejemplo, el uso recurrente de estadísticas en los contenidos publicados por los tres medios de comunicación consultados.
Es probable que al analizar con mayor profundidad los resultados de este ejercicio surjan pistas que me pueden ayudar a construir posibles hipótesis a la luz de los aportes de la teoría fundamentada e incluso tomar decisiones en torno a la necesidad de búsqueda de nuevas fuentes de consulta, teniendo en cuenta que las seleccionadas (primarias) como referentes para este ejercicio, develan a partir de los contenidos publicados que es recurrente la consulta de fuentes institucionales o estatales para calificar, ampliar, desmentir o sustentar la validez respecto al Informe de la Verdad lo cual es evidentemente válido y necesario, pero no suficiente, en virtud a que las voces que más deberían visibilizarse como fuentes, podrían ser las mismas víctimas del conflicto armado que son en últimas las verdaderas protagonistas en el Informe de la Verdad.
En ese sentido, es claro que las declaraciones de las fuentes institucionales o estatales citadas en las publicaciones analizadas tienen sus propios sesgos, intereses, libertades y limitantes, lo cual complejiza el debate mediático en torno al equilibrio de fuentes que debería prevalecer con miras a garantizar el acceso a la información pública para enriquecer y robustecer la búsqueda de la verdad y evitar que el discurso que se divulga corra el riesgo de remitirse o encasillarse en ciertos tipos de narrativas de alguna forma alineadas e influenciadas, pues de ello va a depender el impacto que se genere ante la opinión pública que accede, consulta o acude a estos medios de comunicación para conocer la verdad y a partir de ello, otorgar credibilidad a la información, relatos, testimonios y estadísticas citados en el Informe presentado por la Comisión de la Verdad.