Por Luis Eduardo Ospina
El Análisis Crítico del Discurso (ACD) es un enfoque analítico de investigación sobre el discurso que “estudia primariamente el modo en que el abuso del poder social, el dominio y la desigualdad son practicados, reproducidos, y ocasionalmente combatidos, por los textos y el habla en el contexto social y político” (van Dijk, 2004: 10). A partir de esta definición se vuelve importante realizar una reflexión sobre este conjunto de perspectivas analíticas que se acogen bajo el concepto de ACD.
Van Dijk ha repetido en diversas ocasiones que los desarrollos teóricos que él y otros colegas han realizado no se pueden definir como un método de investigación “El ACD no es un tipo de método ya establecido de análisis del discurso; se trata más bien, de una perspectiva o actitud crítica enfocada hacia problemas sociales importantes”. (van Dijk, 2004: 8). A partir del año 2009, los diferentes enfoques académicos que compartían el campo de los estudios del discurso desde una perspectiva crítica, se empezaron a denominar Estudios Críticos del Discurso (ECD). En la tesis doctoral de Rodríguez (2015) se explica con claridad este cambio:
En un texto posterior a los hasta ahora citados, van Dijk propone cambiar el sintagma «Análisis Crítico del Discurso» por «Estudios Críticos del Discurso». La razón aducida es que los Estudios Críticos del Discurso no son un método de análisis del discurso, sencillamente porque «no existe un método semejante. Los ECD utilizan cualquier método que sea pertinente para los objetivos de sus proyectos de investigación y esos métodos son, en gran medida, los que se utilizan generalmente en los estudios del discurso» (Van Dijk, 2009 p 21. Citado por Rodríguez 2015, p 182).
Denominar el sintagma en plural “estudios” y desmarcarse de la idea de “Análisis” expresa la pretensión de diversidad e inclusión de procesos de este conjunto de enfoques. En este orden de ideas los ECD pueden hacer uso de cualquier procedimiento metodológico y técnica de recolección de información que sea concordante con su interés explícito de tomar postura frente al poder y el abuso de poder. Para van Dijk los estudios del discurso en perspectiva crítica deberían
(…)no solo ser capaces de describir adecuadamente las estructuras y estrategias de cualquier tipo de discurso y relacionar estas con los contextos cognitivo, social, político y cultural, sino que también debería, al mismo tiempo, formular una crítica bien fundamentada y con posibles alternativas. Esto significa que el ACD es, también, esencialmente multidisciplinario. (van Dijk, 2004: 8).
Así, Los ECD se caracterizan por la diversidad de técnicas y procedimientos metodológicos, por su espíritu multidisciplinario y sobre todo por el posicionamiento del analista. En la entrevista realizada por la revista Athenea Digital destaca ese principio:“en relación con el ACD, que por cierto no es una aproximación, escuela, secta o método, sino nada más que una perspectiva y posición crítica en el análisis del discurso” (van Dijk, 2002 p. 20).
En definitiva, los ECd pueden hacer uso de cualquier forma de recolección de información. En su libro sobre Discurso y poder (2009) van Dijk hace incapie en esa posibilidad:
En suma, tanto los Estudios del Discurso como los Estudios Críticos del Discurso utilizan una gran cantidad de métodos de observación y análisis y otras estrategias para reunir, examinar o evaluar datos, para poner a prueba las hipótesis, para desarrollar teorías y para adquirir conocimientos. (van Dijk, 2009 p 23)
Luego de rastrear los elementos constitutivos de los ECD y entenderlo como un enfoque o perspectiva se puede decir que el Análisis de Contenido (AC) ofrece un conjunto de herramientas para recopilar, organizar y procesar datos que luego pueden ser analizados desde la perspectiva de los ECD. En una lectura anterior del seminario (Andreu Abela, 2000), logramos precisar que los Análisis de Contenido son técnicas de análisis tendentes a obtener indicadores (cuantitativos o no) por procedimientos sistemáticos de descripción del contenido de los mensajes permitiendo la inferencia de conocimientos relativos a las condiciones de producción y de recepción de dichos mensajes.
Para la segunda parte de esta entrada voy a realizar el análisis de los primeros 12 segundos del siguiente vídeo: https://www.YouTube.com/watch?v=YAFW9qDxJlc
El vídeo objeto de análisis es publicado 12 de junio de 2013, por el usuario de YouTubellamado Camilo García. En los créditos finales aparecen como realizadores Camilo García y Ana Cartagena que son participantes de la iniciativa ciudadana “Noen3caínes”, pero no fueron los creadores de la misma.
El vídeo inicia con una animación donde se ve un televisor de perilla en el centro del plano. Hay dos sillones dispuestos a uno y otro lado del televisor. La disposición de los objetos y de la luz está focalizando en el televisor, que es el centro de interés en esta imagen. En la secuencia 1 se muestran seis fotogramas de la primera parte del vídeo.
Como movimiento, se realiza un zoom que se dirige hacia la pantalla del televisor mientras en esa pantalla se muestran imágenes abstractas, luces y sombras con formas cambiantes. Dentro de las formas reconocibles se puede entrever dos manos pegadas a la pantalla de TV, como queriendo escapar de un encierro. El significado de esas manos implica a un sujeto encerrado en el televisor, un cuerpo preso en la máquina que muestra sus palmas abiertas. Hay un rastro oscuro, como de pintura, que dejan estas manos sobre la pantalla amplificando la idea de algún tipo de padecimiento por encierro.
La interpretación sobre un sujeto encerrado en la pantalla se ve reforzada por el muro de fondo en la animación. Es un muro compuesto de pequeños ladrillos como los que utilizan en las construcciones de cárceles. Los tonos de color del muro varían, algunas zonas son más oscuras que otras generando un sentido de deterioro o humedad. Incluso se detectan algunas grietas que refuerzan la idea de un lugar lúgubre. El muro es un telón de fondo en la composición de la imagen.
En la imagen también se encuentra un contraste, pues el piso en madera, el televisor y los sillones –de estilo antiguo, denominados orejeros–, dan cuenta de un ambiente doméstico. Este contraste funciona para reforzar el propósito de toda la composición visual: un sujeto que está encerrado en la televisión en su ambiente doméstico. Ideológicamente esta imagen expresa un sentido crítico frente al sistema televisivo, en donde la televisión funciona como un dispositivo de control de las subjetividades.
En palabras de M. Lazzarato (2007), la televisión es una máquina semiótica a la cual las personas están conectadas “El hombre [el ser humano] no es un apéndice de la máquina sino que hace máquina con ella” (Lazzarato, 2007: 60). Esto quiere decir que los sujetos están articulado a la máquina llamada televisión y en esa esfera de control son usados de modos diversos. “La televisión nos puede constituir en sujetos, en usuarios, o utilizarnos como simples relevos, que hacen pasar o no, la información” (Lazzarato, 2007: 61).
Cobra relevancia la presencia de los sillones que están a uno y otro lado del televisor. En un ambiente doméstico lo cotidiano es encontrar los muebles frente a la pantalla, sin embargo, acá se ubican custodiando el aparato (ver secuencia 1). Son dos muebles robustos en comparación con el televisor y proyectan unas sombras bastante oscuras. Esta disposición de los objetos en el plano refuerza el argumento del sujeto encerrado en la pantalla. Su encierro está vigilado por dos presencias a uno y otro lado.
Las ausencias son también dispositivos de significación (Finol, 2016a). Esto quiere decir que los sillones vacíos están expresando unas presencias, dan cuenta de un actor que cumple la función de custodiar a ese sujeto encerrado en la pantalla. La carencia de cuerpos ocupando los sillones es un factor lleno de significados. “…en Semiótica esa carencia no se traduce en una nada significativa: la vacuidad está dotada de significado y, según los contextos donde esta se realiza, tiene múltiples sentidos. Así, pues, se produce la paradoja según la cual el vacío, carente de materia, nos aparece semióticamente colmado” (Finol, 2016a: 5)
Los muebles se constituyen como representación de la vigilancia. Estos dos objetos vacíos a uno y otro lado del televisor simulan la presencia de dos vigilantes. El significado que se crea con la ausencia de cuerpos en los muebles es el de la presencia de una forma de control al sujeto en la pantalla. “El cuerpo, por su sola presencia pero también por su ausencia, semiotiza al mundo, lo hace significar, le da sentido. En esos procesos de semiotización el cuerpo, por su presencia o su ausencia, establece redes dinámicas extero-corporales, las cuales, por ejemplo, nos permiten ver” (Finol, 2016a: 7).
El entorno descrito (Manos en la pantalla, muro similar al de una cárcel, un piso de madera, dos sillones dispuestos a lado y lado del televisor) permite ver la presencia de vigilantes, representada por los dos sillones vacíos que simulan presencias. Hay dos presencias que custodian el sujeto en la pantalla. Todo el entorno amplifica la idea de un sujeto encerrado en la pantalla que apunta a un sentido de encierro. Está significando, en definitiva, que el sistema televisivo es un tipo de encierro.
Pasando a los movimientos de cámara se puede apreciar que en la secuencia 1 va haciendo zoom sobre la pantalla de televisión. El recurso del zoomtiene el propósito de indicar que se va a hacer un acercamiento al elemento problemático de la imagen (la televisión). Esta pretensión de observar en detalle lo que está pasando al interior de la pantalla de televisión sirve al propósito comunicativo de indicar que el vídeo va a profundizar sobre el elemento específico del problema. El zoomsirve como expresión gráfica para indicar que se pretenden ver los detalles de un fenómeno preciso, por eso se sumerge en la pantalla.
En la pantalla del televisor no hay una imagen nítida, más bien se ven franjas negras que impiden ver las sombras, asunto que ocurre cuando no se cuenta con una buena señal de televisión. A este problema de señal se le conoce técnicamente con el nombre de ruido visual. El zoomconcluye con un plano detalle de la pantalla, y luego se va a un fondo negro que dura menos de un segundo.
Los recursos visuales utilizados –el contraste doméstico/carcelario, las sombras en el televisor, el zoom, el ruido visual–, están en función de construir una alegoría visual. La alegoría es una figura literaria o expresión visual que pretende representar una idea abstracta valiéndose de formas humanas o de objetos cotidianos. “Se trata de un tropo de composición en el que se usan ‘signos de traducción’ que substituyen a otros, guardando un sentido aparente, como portadores de un sentido mucho más profundo” (López, 2006: 22). La alegoría pretende aprovechar todos los signos usados en una imagen para el incremento del significado en su conjunto. La mayoría de los signos incluidos en la alegoría que se construye en el vídeo “Narconovelas – Movimiento ciudadano Noen3caínes”, tienen una carga semántica mayor a la que tendría cada uno por separado.
En su conjunto la alegoría denota que existe un problema en una televisión (ruido visual) que tiene encarcelado a un sujeto (sombras en la pantalla, contraste doméstico/carcelario). El sentido profundo de la alegoría indica que la televisión en esta imagen no hace referencia al aparato sino al sistema televisivo colombiano, donde una temática en la pantalla (el discurso violento de la teleserie “Tres caínes”, por ejemplo), mantiene en un encierro a sus televidentes que están signados en la imagen por el ambiente doméstico. Los sillones refuerzan la idea de encierro y de dos presencias que custodian al sujeto en la pantalla.
La alegoría pretende dar una imagen de la problemática televisiva colombiana que desde la década de 1990 (Quiñonez, 2009) produce contenidos violentos. Las imágenes de la secuencia 1 hacen visible el problema de la violencia en la televisión y su consecuencia en los televidentes, teniendo un propósito didáctico de ilustrar algo que generalmente se conceptualiza desde el sistema verbal-sonoro. Estos cuestionamientos son equiparables al conjunto de problemas que hicieron emerger la respuesta social de #Noen3caínes. Hay por lo menos tres rasgos visuales en la secuencia 1 que se correlacionan con el descontento frente a la teleserie: 1) La teleserie “Tres caínes” no entró en sintonía con varios grupos sociales. Existió un ruido visual entre el contenido y los interlocutores, tal como en la pantalla del televisor de la secuencia. 2) En la secuencia hay un problema en los contenidos que se muestran en la pantalla, al igual que lo que sucedió con la teleserie, donde diversos grupos sociales la cuestionaron como contenido. 3) El sujeto que está preso en la pantalla y del que solo se ven sus manos, expresa al sujeto-televidente colombiano que está encerrado desde hace más de 20 años orbitando en contenidos de esas características.
Fin entrada Luis Ospina
Referencias
Andréu Abela, J (2000). Las técnicas de análisis de contenido: una revisión actualizada. Fundación Centro Estudios Andaluces, Universidad de Granada, v.10, n. 2, p. 1-34, 2000.
Rodríguez, A. M. (2015) Análisis crítico del discurso en la narrativa audiovisual. Metodología y estudio de caso: la trilogía Batman de C. Nolan. https://dialnet.unirioja.es/servlet/tesis?codigo=45463
van Dijk, T. A. (2009):Discurso y Poder. Barcelona, Gedisa.
van Dijk, T. A. (2004). Discurso y Dominación. Grandes conferencias Facultad de Ciencias Humanas.Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.
van Dijk. T & Athenea Digital (2002) El análisis crítico del discurso y el
pensamiento social. Athenea Digital revista de pensamiento e investigación social, ISSN-e 1578-8946, Nº. 1, 2002. https://www.redalyc.org/pdf/537/53700102.pdf