El lenguaje se manifiesta mediante intercambios sociales que, a su vez, son mediados por sistema de valores, lo que permite la retribución de la simbolización de un mismo discurso, cuyas características similares se desenvuelven en un contexto que logra enfocar su comprensión y asimilación. Cada escenario de lenguaje guarda información que pretende ser enunciada en espacios que afrontan una intencionalidad clara con quien pretende ser informado.
En este sentido, los medios de comunicación se constituyen con el fin de informar, de dar a conocer “la verdad” colocando como supremacía la necesidad que tiene la ciudadanía de ser informada, bajo el develar verdades (en muchos casos se puede entender como una lectura de ignorancia ciudadana) y por ende, la necesidad que debe asumir un rol de informador (construyendo el camino para sacar a la ciudadanía de dicha ignorancia) en este caso de autoproclamación de los medios como dadores de esa información, develadores de verdad.
Bajo este supuesto, los medios construyen y moldean la información seleccionada, que suprime o trasluce elementos claves de la fuente real y construyen nuevos escenarios subjetivados con intenciones y efectos claros para con la ciudadanía. Estos efectos se construyen con base en la identificación clara que existe del receptor, la cual se media por contexto, saberes, cultura, conocimiento […] y lleva a entender dinámicas ciudadanas que subestiman su capacidad crítica para decodificar la información recibida.
La anterior tarea se verá totalmente manipulada bajo la concentración de poder, que, a su vez, mantiene el control de los medios. Dicha manipulación se logra con estrategias discursivas vinculadas a estrategias de manipulación mediática, como las planteadas por Chomsky, que alteran los discursos, opacan las verdades, y caracterizan a la ciudadanía como sujetos ignorantes, acríticos, que no cuestionan la veracidad de lo expuesto, al contrario, comparten emotividades relacionadas e infundadas, y se desentienden de dichas noticias como engaños. Dicho de otra forma, buscando responsables, los medios se adhieren a la mantención de la concentración del poder, quien tiene la información, tiene el poder, y quien tiene el poder mantiene las formas lógicas de manipular la información y resaltar ese poder.