La siguiente reseña invita a los nuevos investigadores de la realidad social a reconocer algunos apartes de la Teoría Fundamentada (TF) o Grounded Theory (GT) propuesta por Barney Glaser y Anselm Strauss (1967), quienes se mostraron interesados en el desarrollo de un método para analizar la realidad social cuando ésta no cuenta con teorías formales, sustanciales o requiere de una visión más fresca.
Primeramente, cabe resaltar que la TF surgió como un innovador método de análisis cualitativo de la investigación científica, basado en la generación teórica a partir de la observación de los datos mediante el “Método de muestreo” y de “comparación constante”.
Originalmente los investigadores, sociólogos y docentes Glaser y Strauss (1967), desarrollaron el concepto de la TF como una -aproximación inductiva que sirve de punto de partida para el desarrollo de una teoría sobre un fenómeno mediante la inmersión en los datos-. Como era de esperar, aparecen otros investigadores más adelante, aportando nuevas interpretaciones que más allá de contraponer los supuestos, llegan a ampliar o complementar la teoría. Strauss & Corbin, (1998), la define como “la forma de pensar la realidad social y de estudiarla” teniendo en cuenta su complejidad y análisis previos en caso de haber sido analizada.
La diferencia fundamental entre las tendencias de Glaser y Strauss-Corbin, radica en el hecho de que Glaser defiende la inducción y la creatividad del investigador dentro del marco del desarrollo de las etapas de la investigación, considerando en oposición a Strauss; que lo importante es la habilidad del investigador para descubrir lo que la data le va aportando y para proponer hipótesis a partir de las informaciones que ella le suministran. Mientras que, Strauss y Corbin confían más en la técnica que le permita al investigador, no importando tanto o cuanta destreza posea, alcanzar la teoría buscada. Es decir; Habilidad Vs Técnica.
Otros autores, entre ellos; (Hirschman & Thompson, 1997) consideraron por su parte, que la TF busca adaptar los descubrimientos previos a las características específicas del fenómeno en estudio. (Guillemette, 2006) asegura que la TF tiene como fin “generalizar las ideas teóricas, subrayando el desarrollo de teorías; más que, llegar a la prueba de una teoría” (Hunt & Ropo, 1995). De ser así; podríamos considerar entonces que la TF lejos de ser una teoría opuesta a las aproximaciones hipotético-deductivas, puede verse como un método básico para llegar a estas aproximaciones.
La discusión sería entonces, ¿cómo se aplica esta teoría a la metodología cualitativa de la investigación científica?, a propósito de este editorial, es menester recordar que la estructura de la Teoría Fundamentada se inicia con la obtención de notas las cuales se denominan “memos”. producto de observaciones del investigador, de las interpretaciones de la realidad observada o de entrevistas realizadas a los informantes. Luego sigue el proceso de codificación de la información en categorías procedentes de la data. Se continúa con la comparación constante entre las categorías hasta alcanzar la saturación de las mismas para determinar cuál es la categoría central de la investigación y generar las teorías sustantivas que expliquen las relaciones entre las mismas. Finalmente, después de un proceso de validación y confrontación de las teorías sustantivas se debe dar lugar a una teoría formal de lo estudiado.
Para generar una teoría científica, la TF se basa en la información emanada de las personas que viven las experiencias que se investigan, así, la conceptualización llega a ser una perspectiva abstracta y simplificada del conocimiento que ellos tienen del mundo y que por cualquier razón se quiere representar. Los resultados se expresan en términos de relaciones verbales, no necesariamente jerárquicas. Los informantes (encuestados o muestra representativa de la sociedad) son quienes viven la experiencia estudiada, tienen su propia visión y perspectiva de lo vivido, quienes conciben la realidad analizada y son quienes proporcionan las categorías de la investigación. Mediante las comparaciones constantes entre ellas, se va estableciendo el patrón existente y así emerge una teoría que explica la realidad considerada.
Una de las principales fortalezas es reconocer la complejidad del mundo social (Wells, 1995), su aplicación es más relevante en fenómenos sociales en los cuales las relaciones entre los actores son muy cercanas: «Las acciones humanas se basan en los significados que los actores consideren apropiados; estos significados se derivan de la interacción social con los demás y son construidos/modificados por los actores a través de interpretaciones y experiencias sociales» (Bryant, 2002). En torno a lo anterior; como proceso interpretativo la TF depende de la sensibilidad del investigador, de los elementos tácitos de los datos o de los significados y connotaciones que pueden resultar de una lectura superficial de contenidos reveladores.
La TF es más apropiada cuando queremos saber cómo las personas interpretan su realidad (Sudabby, 2006). Es más utilizada en el campo de las ciencias sociales donde no existen explicaciones suficientes y satisfactorias, orientada a generar una teoría; ejemplo de ello es el estudio realizado por Maijala et al. (2004) quienes utilizaron la TF para estudiar la interacción entre personal de salud y familiares de los pacientes, Strube (1992) diseñó, en su tesis doctoral, un modelo de auto-administración de los pacientes; Curry (2003) propuso el uso de la TF como un instrumento de desarrollo del conocimiento, Komives et al. (2006) crearon un modelo de desarrollo de identidad del liderazgo y Hindle (2002) utilizó la TF para aprender sobre «emprendimiento» recurriendo a los juegos de simulación, entre otros.
Según el autor del editorial, en marketing no existen muchas piezas de investigación que utilicen la TF. La mayoría se ha desarrollado en el campo del comportamiento del consumidor. Pettigrew (2002) estudió el consumo de cerveza en Australia; ; Vyas (2008) trató de comprender y documentar las percepciones y la experiencia de los consumidores de los diversos esfuerzos de «ventas cruzadas» hechos por diferentes empresas; Valor (2007) propuso un modelo basado en la ambivalencia de explicar la influencia de la información sobre los abusos del trabajo en el comportamiento del consumidor cuando compra ropa; Páramo (2009) analizó la tienda de barrio como un espacio de reforzamiento cultural del consumidor colombiano.
En conclusión, los nuevos profesionales que deseen incursionar en investigaciones bajo el concepto de la Teoría Fundamentada, deberían seguir la tendencia Strauss-Corbin ya que, esta señala la técnica a desarrollar y ha sido la más utilizada por la mayoría de los investigadores sociales, especialmente en la región Latino Americana. Del editorial, se deduce que; el estudio de todo fenómeno o acontecimiento implica tres perspectivas: Cómo lo ven los demás, Cómo lo ve el investigador y cómo es realmente desde sus características intrínsecas considerando que, la participación del investigador inicia desde la elección de – el tema y la metodología a seguir-.
Bibliografía.
Glaser, B. & Strauss, A. (1967). The discovery of grounded theory. Chicago: Aldine Press.
Páramo, D. (2009). “Le commerce traditionnel colombien: un espace de ren- forcement culturel pour les consommateurs”. Tesis de Doctorat ès Sciences Économiques et Sociales. Université de Gèneve. HEC.
Strauss, A., and Corbin, J. (1998). Basics of qualitative research: Techniques and procedures for developing grounded theory (2nd ed.). Thousand Oaks, CA: Sage.
Valor, C. (2007). The influence of information about labour abuses on consumer choice of clothes: a grounded theory approach. Journal of Marketing Mana- gement,23(7/8), Sept, 675-695.
Hirschman, E. C. & Thompson, C. J. (1997). Why media matter: Toward a ri- cher understanding of consumers’ relationships with advertising and mass media. Journal of Advertising, 26(1), 43-60.